Mantener relaciones sexuales durante los tratamientos de reproducción asistida puede ofrecer varios beneficios significativos. Desde un punto de vista emocional, la intimidad física ayuda a fortalecer el vínculo amoroso, proporcionando apoyo mutuo y alivio del estrés asociado con los procedimientos médicos. Asimismo, un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine de Oxford Academic señala que las parejas que mantienen relaciones sexuales durante los tratamientos de fertilidad pueden experimentar una mejor conexión emocional y satisfacción en la relación, lo que puede contribuir a niveles más bajos de estrés.
Ante un proceso médico que puede ser estresante, la liberación de endorfinas también contribuye a una sensación general de bienestar. Además, desde una perspectiva física, "la actividad sexual regular en las parejas heterosexuales permitiría una mejora en la tolerancia inmunológica a la implantación embrionaria por la interacción con proteínas existentes en el líquido seminal, lo que se asocia con una menor fragmentación del ADN espermático y, en consecuencia, podría mejorar los resultados reproductivos", afirma el Dr. José Martín Vallejo, ginecólogo responsable de la clínica de reproducción asistida Ginemed Valencia.
Qué tener en cuenta según el tratamiento de fertilidad asistida que se esté realizando
Aunque mantener una vida sexual activa durante los procedimientos de fertilidad contribuye positivamente al estado de ánimo y la salud en general, el doctor Martín Vallejo incide en las recomendaciones que se deben tener en cuenta, ya que no todos funcionan de la misma manera.
En la inseminación artificial se introducen los espermatozoides en el interior del útero en un momento próximo a la ovulación. Por lo general, con este tratamiento de reproducción asistida las parejas podrían mantener actividad sexual. El coito podría aumentar la cantidad de espermatozoides en el tracto reproductivo de la mujer, lo cual resultaría beneficioso "siempre y cuando las relaciones sexuales sean bien toleradas por la paciente", añade.
Para el caso de la fecundación in vitro (FIV), los óvulos son fecundados por los espermatozoides en el laboratorio de reproducción asistida, dando lugar a los embriones. A continuación, un médico especialista en fertilidad transfiere el embrión en el interior del útero. El especialista aclara que la actividad sexual durante la FIV es positiva, especialmente en torno a la transferencia embrionaria. Sin embargo, "no son aconsejables las relaciones sexuales antes y después de la punción ovárica por la incomodidad que pueden originar en la mujer, así como por el riesgo de torsión de los ovarios, al estar aumentados de tamaño por la medicación de la estimulación ovárica", indica.
En definitiva, las relaciones sexuales durante los tratamientos de reproducción asistida no solo pueden mejorar el bienestar emocional y reducir el estrés, sino que también ofrecen beneficios físicos que potencian las probabilidades de embarazo, salvo en determinadas fases del proceso. Las parejas deben buscar la intimidad y no dudar en buscar apoyo profesional en caso de ser necesario.