La maternidad tardía puede influir en el riesgo de sufrir incontinencia urinaria

Según un estudio realizado en el Hospital Danderyd (Estocolmo) y publicado en el American Journal of Obstetrics & Gynecology, existe una relación entre la edad de las mujeres en su primer parto vaginal y la incidencia de incontinencia urinaria a lo largo de la vida.

La maternidad tardía puede influir en el riesgo de sufrir incontinencia urinaria

Según la investigación, se duplicaba la incidencia de incontinencia urinaria en aquellas mujeres que habían tenido su primer parto con 30 o más años. También se duplicaban los casos de prolapso uterino en estas mujeres respecto a las que habían tenido partos vaginales más jóvenes.

Sin embargo, se invertía la tendencia de riesgo cuando el primer parto se había producido por cesárea. Las mujeres que habían dado a luz por cesárea presentaban con menor frecuencia incontinencia urinaria. La incidencia de la incontinencia urinaria por estrés era también más elevada entre las mujeres que tenían 30 o más años en el momento de su primer parto vaginal.

La incontinencia urinaria es un problema muy frecuente en la mujer. Se manifiesta habitualmente tras la menopausia por el efecto de relajación del suelo pélvico que produce el descenso hormonal de estrógenos, aunque cada día son más las mujeres jóvenes que sufren este problema.

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Son las hormonas sexuales femeninas más importantes. Sus funciones son diversas: a) son responsables de los cambios físicos (de niña a mujer); b) producen el crecimiento de los senos y genitales externos; c) ensanchan la pelvis; d) desarrollan la vagina y aumentan sus secreciones; e) acondicionan el cuerpo para ser fecundado y poder concebir. La cantidad de estrógenos aumenta durante la pubertad y desarrollan los tejidos de los órganos sexuales. En el periodo reproductivo ‒entre los 20 y los 30 años‒ se intensifica la producción. Finalmente, desciende a niveles más bajos después de la menopausia.

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