Los estudios se presentarán en el marco del XIV Congreso de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad

Se confirma que las Very Low Calorie Ketogenic Diets no generan efecto rebote y son seguras

La reducción de la tasa metabólica es frecuente en tratamientos de pérdida de peso debido a la reducción del aporte calórico al que habitualmente se somete al paciente y supone una de las principales causas del temido efecto rebote de dietas tan comunes como la hipocalórica

En el marco del XIV Congreso de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, cuatro científicos españoles han presentado las cifras de diferentes estudios que corroboran que las Very Low Calorie Ketogenic Diets (VLCKD) de PronoKal Group son seguras para el paciente y no provocan efecto rebote porque mantienen la masa muscular. El Dr. Diego Gómez, del Hospital Gregorio Marañón (Madrid), la Dra. Ana Belén Crujeiras, del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (Santiago de Compostela), el Dr. Diego Bellido, del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (A Coruña) y el Dr. Josep Vidal, del Hospital Clínic de Barcelona, serán los encargados de explicar estos resultados a los principales endocrinos españoles asistentes al encuentro.

La presentación, que lleva por título "Homeostasis energética y ácido-básica tras una Very Low Calorie Ketogenic Diet" presenta las cifras de una muestra de 20 pacientes obesos, que perdieron 20,2 kg de peso corporal de media después de 4 meses de ser tratados con el Método PnK®.

No genera efecto rebote

Con todas estas cifras, se ha podido constatar que la mayor parte de la pérdida inicial de peso corporal de los pacientes en estudio es en forma de masa grasa, en una proporción de 20:1 –por cada 20 Kg de peso perdido, solo 1 es de masa muscular-. Esta preservación de la masa muscular parece establecerse como imprescindible para garantizar pocas fluctuaciones en el gasto metabólico basal, uno de los principales implicados en las recuperaciones del peso tras una dieta.

Y es que durante períodos de restricción energética, como cuando se realiza un programa de pérdida de peso, el cuerpo humano tiende a disminuir el gasto de energía aumentando la eficiencia en su uso y disminuyendo el gasto metabólico basal, es decir, reduciendo el requerimiento mínimo energético del organismo para funcionar. El problema es que tras finalizar la dieta, el organismo necesita menos energía para funcionar, por lo que en cuanto el paciente vuelve a ingerir una cantidad de calorías estándar para su edad, complexión y actividad física, el cuerpo las identifica como sobrealimentación e inicia el proceso de su almacenamiento en forma de grasa, provocando así, el temido efecto rebote. Lo innovador del tratamiento analizado es que todo esto no pasa. La preservación de la masa muscular que ofrece, parece ser la responsable de mantener el gasto metabólico inicial del paciente y por tanto, evita así una adaptación metabólica que pueda acabar provocando una recuperación del peso.

A nivel hormonal, también se ha demostrado que la preservación de ese gasto metabólico basal no era consecuencia de la presencia de factores estresantes o la rápida pérdida de peso. De hecho, un estricto análisis del metabolismo proteico evidencia que la preservación del gasto metabólico basal no se relaciona con cambios clínicamente relevantes en el estado proteico, ni de la función renal e incluso se observa un balance de nitrogenado positivo a lo largo de todo el estudio.

Las VLCKD son seguras

Por otra parte, y para acabar de constatar la seguridad del tratamiento estudiado, los ponentes han presentado los resultados de otro estudio publicado en Endocrine, donde se incidió específicamente en la seguridad de la cetosis como mecanismo metabólico para el paciente con sobrepeso u obesidad.

Así, según los resultados, la seguridad de este estado metabólico fisiológico y natural en el que cualquier persona puede entrar tras un periodo de ayuno –por ejemplo, al despertarse- queda totalmente evidenciada. Una de las cifras más destacables en este sentido es la del pH sanguíneo -que marca la acidez de la sangre- y que muestra cómo los pacientes sometidos a tratamiento con la metodología de pérdida de peso de PronoKal Group® (en la que al inicio se induce al paciente a una cetosis controlada), mostraron un pH sanguíneo medio de 7,37, es decir, dentro de valores de normalidad (que se sitúa entre 7,35 – 7,45).

Con el fin de confirmar la moderada producción de cuerpos cetónicos durante el transcurso de esta VLCKD, se añaden 460 muestras de cetonemias capilares obtenidas a lo largo del seguimiento normal de diferentes pacientes en tratamiento con la misma metodología. Las 460 punciones de cetonemia capilar obtenidas corroboran las cifras del grupo de estudio: el 97,5% estaba por debajo de los 3 mmol/l (los valores de normalidad deben ser inferiores a 5,4 mmol).

A nivel de glucosa en sangre, otro parámetro de seguridad, el grupo de estudio también mostró valores de normalidad, con 78,7 mg/dl de media (los valores de normalidad se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas).

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es la principal fuente de energía que interviene en el metabolismo de las células y es un monosacárido de 6 átomos de carbono. Se obtiene de la alimentación y se almacena principalmente en el hígado.

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