Los enfermos con esclerosis múltiple mejoraban de la incontinencia urinaria si recibían marihuana, esto hizo pensar a los investigadores en la posibilidad de que los receptores celulares para estas sustancias, llamadas canabinoides, pudieran estar relacionados de alguna manera con la incontinencia urinaria, puesto que el tejido de la pared de la vejiga posee estos receptores.
Dichos receptores están dirigidos a una serie de sustancias cannabinoides internas del organismo con una estructura semejante a la de la marihuana. La existencia de cannabinoides internos, que crea el propio organismo, es una realidad ya demostrada y la posibilidad de poderlos manipular para el beneficio del enfermo es un objetivo médico de primera línea que puede revolucionar la farmacología actual.
Se pone de manifiesto, así, que existe un nuevo sistema de comunicación entre neuronas que podría ser manipulado por la ciencia para obtener nuevos tratamientos que podrían tener múltiples aplicaciones sobre patologías con dolor, la ansiedad, los desórdenes alimentarios, las fobias y otros trastornos. Por ser del propio organismo, estos tratamientos carecerían de los problemas que pueden presentar los fármacos actuales en cuanto a intolerancia y efectos negativos.
Respecto a la relación de estas sustancias semejantes a la marihuana con la incontinencia urinaria, los investigadores del Instituto de Investigación para la Urología (URI) del Hospital San Raffaele de Milán han llevado a cabo un estudio en ratones y han podido actuar sobre una enzima que es capaz de metabolizar los cannabinoides naturales, de modo que, al bloquearla, se han obtenido niveles altos de cannabinoides endógenos, que muestran un efecto antiincontinencia que se debería tomar en consideración para el futuro desarrollo de nuevos fármacos, para tratar este problema que crea un gran deterioro en la calidad de vida.