En el University College de Londres (Reino Unido) se ha llevado a cabo un estudio sobre 5.099 hombres y 2.137 Salud de la mujeres para demostrar la influencia del tabaco en la degeneración cognitiva, cuyos resultados han sido publicados recientemente en Archives of General Psychiatry. El deterioro cognitivo es la pérdida o alteración de las funciones mentales, tales como memoria, orientación, lenguaje, reconocimiento visual y conducta, interfiriendo en la actividad e interacción social de la persona afectada. Deterioro cognitivo y demencia son conceptos similares, diferenciándose solo por el grado de la alteración.
El estudio en cuestión ha mostrado que el deterioro cognitivo es mayor en los hombres que fuman y se manifiesta a edades más tempranas. Así, un hombre de 50 años fumador puede mostrar un deterioro cognitivo propio de un individuo de 60 años que nunca ha fumado. Dicho envejecimiento cognitivo comienza en los fumadores a los 45 años y avanza inexorablemente. El riesgo, además, también afectaba a los exfumadores recientes pero no a los que habían dejado el hábito hacía años.
Sorprendentemente este riesgo de deterioro cognitivo ligado al tabaco no se observó en las Salud de la mujeres fumadoras, aunque es necesario realizar más estudios para confirmarlo.