En la mañana de hoy, Secundina Monje, nacida el 2 de marzo de 1916 en Besande (León), y residente en el centro gerontológico bilbaíno Bilbozar, perteneciente a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia y gestionado por Igurco, Grupo IMQ, ha cumplido 100 años arropada por miembros de su familia.
A la celebración ha asistido por parte del departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia, José Arriola de la Vega, jefe del servicio de Actuaciones Institucionales. Por parte del Ayuntamiento de Bilbao, Andoni Rekagorri, representante del área de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, ha estado presente en el homenaje. Igualmente, María José Arenaza, directora de Bilbozar, ha acompañado a los representantes institucionales en la cita, junto con varios profesionales y usuarios del centro que han acompañado a Secundina en su cumpleaños.
Se da la circunstancia que la técnica en actividades socioculturales (TASOC) del centro, Mónica Cuevas, es la nieta de la nueva centenaria.
El representante de la Diputación Foral de Bizkaia ha entregado a Secundina Monje una litografía del famoso escultor Lizaso, denominada "Raíces de la sabiduría" y que representa a una persona mayor rodeada de su familia, a la que transmite su conocimiento, valores, cultura, etc., junto a un vistoso ramo de flores. El representante del consistorio bilbaíno ha regalado a la homenajeada una reproducción de 'La Farola de Bilbao'.
Semblanza
Según narra su nieta, Mónica Cuevas, TASOC de Bilbozar, "es una mujer muy luchadora y de gran carácter, hija de mineros humildes". Esta actividad marcó, sin desearlo, el futuro de Secundina, quien abandonó en su juventud su pueblo natal (Besande, en la provincia de León) y se fue a vivir al barrio de Cruces, en Barakaldo, "para evitar que sus dos hijos, Fortunato y José Ramón, trabajaran en la mina, tal y como había hecho su marido Fernando, y labrarse un futuro próspero".
A pesar de los sacrificios y de los avatares del día a día, "forjaron un presente y futuro próspero en Bizkaia", y trasmitieron "unos sólidos valores" tanto a hijos, nietos como a biznietos.
Tras quedarse viuda, ingresó en la residencia Bilbozar en agosto de 2013, donde ha encontrado nuevos compañeros y quehaceres "que han dado un nuevo sentido a su vida", comenta su nieta, "hacia un envejecimiento activo y de calidad. Hoy es el día que ésta es su casa y está en su casa", concluye.