La Organización Mundial de la Salud ha analizado los riesgos sanitarios asociados a su consumo

Semfyc aplaude el informe sobre cigarrillos electrónicos de la OMS

Esta sociedad científica ha defendido que estos productos se regulen igual que el tabaco, prohibiéndose su uso en locales cerrados y su venta a menores y controlándose su publicidad

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) ha expresado su satisfacción por las principales conclusiones del informe sobre cigarrillos electrónicos presentado la semana pasada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). A través de su Grupo de Trabajo de Abordaje al Tabaquismo (GAT), esta sociedad científica se ha pronunciado en diferentes ocasiones a lo largo de este año sobre la necesidad de que estos dispositivos sean regulados como tabaco, prohibiéndose su uso en locales cerrados y su venta a menores, así como controlándose la publicidad sobre los mismos. Aspectos todos ellos recogidos en el informe difundido por la OMS tras haber analizado los riesgos sanitarios de su consumo a partir de las evidencias científicas disponibles.

Como indica la coordinadora del GAT, la doctora Ana Mª Furió, "en ausencia de estudios que avalen su utilidad para dejar de fumar, el cigarrillo electrónico no puede ser nunca equiparado con un producto médico". De ahí que semFYC lamentara un punto de la Directiva Europea del Tabaco, aprobada el pasado mes de febrero, al ofrecer la posibilidad de comercializarlos como productos médicos o como derivados del tabaco. "Somos partidarios de la prohibición total de su publicidad y uso en todos los espacios públicos cerrados", comenta la doctora Furió.

Coincidiendo con el Día Mundial sin Tabaco (31 de mayo), semFYC presentó los resultados de una encuesta realizada a 7.000 españoles fumadores y no fumadores, realizada en el marco de la XV Semana sin Humo (26-31 de mayo). Uno de los resultados refleja que el 90% de los consultados opina que el cigarrillo electrónico no debería usarse en espacios cerrados, incluidos bares y restaurantes. La mayoría (71% de los fumadores y 82% de ex fumadores) considera que estos productos pueden influir en que los jóvenes empiecen a fumar.

El GAT recuerda que:

  • No se sabe si los cigarrillos electrónicos son más seguros que los clásicos, por lo que actualmente no se puede incentivar su utilización.
  • Se deben evaluar los efectos de las diferentes sustancias que llevan, y la inhalación de éstas varias veces al día durante meses o años. A corto plazo hay un estudio que ha mostrado efectos fisiológicos adversos sobre la función pulmonar en voluntarios sanos, sin que sea posible establecer claramente su relevancia clínica, y sin valorar los efectos a largo plazo de la exposición continuada.
  • Los riesgos para la salud del vapor emitido se desconocen, aunque todo apunta a que contienen productos tóxicos para la salud.
  • No olvidemos que contienen nicotina, que es un producto muy tóxico y tremendamente adictivo.
  • Los cigarrillos electrónicos representan un riesgo para la salud pública, ya que pueden significar:
  1. Una puerta de entrada al consumo de tabaco entre los jóvenes.
  2. Volver a normalizar el tabaquismo.
  3. Convertir a los exfumadores en consumidores de cigarrillos electrónicos, evitando la abstinencia completa y exponiendo su salud a un nuevo y desconocido tóxico.

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