Cada vez son más numerosos los pacientes que acuden a la consulta de Otorrinolaringología con problemas respiratorios que requieren de una septorrinoplastia para solventarlos. Muchos de ellos quieren aprovechar la intervención para hacerse algún cambio estético. Si bien hay varios especialistas que se dedican a la corrección de las deformidades estéticas de la nariz, la Otorrinolaringología, como nos comenta el doctor Carlos Ramírez Calvo, otorrinolaringólogo en el Hospital Vithas Nuestra
Señora de América, es la única especialidad que engloba ambos campos: "no solamente corregimos las alteraciones estéticas, sino también las funcionales, ya sean del tabique, de los senos paranasales o de los cornetes".
Lo habitual, en caso de que el paciente refiera ambas problemáticas, es plantear una cirugía funcional y estética en la que se corrijan las alteraciones anatómicas que hacen que el paciente respire mal y aquellas alteraciones anatómicas que justifican una malformación de la forma de la nariz, y todo ello, afirma el doctor Ramírez, "se lleva a cabo en un mismo acto quirúrgico".
A diferencia de otras intervenciones estéticas, la demanda es habitual tanto en mujeres como en hombres y las edades más frecuentes abarcan desde los 18 hasta los 55 años. Se trata de una cirugía apta para la mayoría de pacientes, exceptuando determinados grupos de edad, por ejemplo, menores de 18 años, o pacientes con alteraciones psiquiátricas, que precisarían de otro tipo de valoraciones. El Hospital Vithas Nuestra Señora de América pertenece al grupo sanitario Vithasque cuenta en España con 12 hospitales y 13 centros especializados denominados Vithas Salud.
Dos problemas, una única intervención
El preoperatorio es similar al de cualquier otra cirugía, con el añadido de la necesidad de realizar un estudio estético. "Consiste en conseguir lo que denominamos nariz "invisible", es decir, aquella que no llame la atención, una nariz que esté en armonía con el resto de las formas de la cara y dentro de unos parámetros de normalidad", afirma el doctor Ramírez.
Este tipo de cirugía funcional y estética se realiza con anestesia general y el tiempo de ingreso suele ser de unas horas: "si hacemos la intervención por la mañana, el paciente puede irse de alta en el mismo día; si es por la tarde, pasará la noche en el hospital, pero al día siguiente podrá irse a casa". Además, no resulta dolorosa para el paciente, que puede reincorporarse a la vida normal tras 24 horas. "Únicamente tendrá un edema facial y deberá de llevar puesta una férula externa durante unos días".
En cuanto a los cuidados posteriores, se realiza una ferulización interna de la nariz durante unas 24 o 48 horas, para corregir la parte funcional mediante unos tapones y una semana o 10 días de ferulización externa. Se pueden utilizar dos tipos de abordaje: abierto y cerrado; el abierto normalmente requiere un postoperatorio con un edema un poco más largo. En algunos pacientes se forman unos pequeños hematomas debajo de los ojos, que desaparecerán a los 5 o 6 días. Una vez pasado ese tiempo, en el abordaje abierto será necesario retirar los puntos. Como nos comenta el doctor Ramírez, "la elección de uno u otro tipo de abordaje depende de las alteraciones a corregir y también de las preferencias del cirujano". Sobre las tendencias actuales, "hoy por hoy se tiende a ser más conservador, a usar más los puntos y menos la resección".
La rinoplastia es la quinta intervención de cirugía plástica más demandada en España. Según las estadísticas de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), cada año, uno de cada 1.000 españoles se somete a esta operación.