El confinamiento que vivimos desde hace dos meses ha provocado cambios de nuestra vida diaria. Hemos modificado rutinas y horarios tanto en nuestra vida personal como profesional que han alterado nuestro organismo: desde el sueño hasta dolores de cabeza pasando por problemas de regularidad y alteraciones en la piel. En el caso de las mujeres, algunas también han sufrido más molestias e irregularidades en su ciclo menstrual de lo habitual. Intimina, compañía que ofrece la primera y única gama dedicada a cuidar los aspectos de la salud íntima de las mujeres, ha realizado el informe "Estudio del comportamiento menstrual durante el estado de alarma" entre las españolas que revela que el 63% de las mujeres de entre 26 y 45 años ha experimentado cambios en su ciclo como consecuencia del confinamiento.
Según datos de la encuesta, el tramo de edad que más ha padecido estas irregularidades es el comprendido entre los 26 y los 35 años, con un 38%. Las mujeres con edades entre los 45 y los 55 años también han sufrido algún tipo de alteración, tal y como han manifestado el 27% de las entrevistadas. La mayoría de las encuestadas afirma haber sufrido un retraso medio de 5 días.
Respecto a las molestias más habituales, destacan el dolor y la sensación de estar hinchada. De hecho, el 24% de las mujeres más jóvenes (18-25 años) son las que han vivido reglas más dolorosas durante la cuarentena, aunque en todos los tramos de edad han tenido más molestias de lo normal.
En cuanto a la sensación de sentirse hinchada, la gran mayoría de las españolas, independientemente de su edad, han notado más este síntoma premenstrual. Concretamente, cerca de la mitad de las mujeres de entre 36 y 45 años (47%), seguidas de las que tienen edades comprendidas entre los 46 y los 55 años (44%).
Cambio de ritmo de vida y alimentación, principales causas de los desarreglos
La encuesta pone de manifiesto que el cambio de ritmo de vida y alimentación son la raíz de estos problemas. Durante esta cuarentena, se ha optado por consumir productos envasados lo que proporciona, según las encuestadas, mayor seguridad. Y es que el miedo al contagio o el no poder ver a los familiares son la mayor fuente de estrés y ansiedad lo que, en último término, ha conllevado alteraciones en los ciclos.
En cuanto a los sistemas de protección íntima, el estudio saca a la luz el creciente interés por la copa menstrual. En este sentido, más del 26% de las mujeres entrevistadas indica que el confinamiento puede ser un buen momento para probar este sistema de protección, resaltando su carácter sostenible.