Según alertan los expertos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), con motivo de la campaña de comunicación "En Oncología, cada avance se escribe con mayúscula", cada pequeño avance cuenta y es la suma de esos avances la que permite obtener resultados. Los pequeños avances logrados en el control de los síntomas y los tratamientos de soporte también son importantes.
Muchos de estos avances han ido ligados a nuevos tratamientos que presentan en algunas ocasiones efectos adversos que precisan de medicación asociada que permita una adecuada tolerancia por parte de los pacientes. Estos tratamientos son los denominados tratamientos de soporte.
El control de las náuseas y los vómitos, la neutropenia asociada a la quimioterapia o la anemia, entre otros efectos secundarios ha permitido la administración de fármacos y combinaciones que de otra manera no hubieran sido tolerables y no habrían aportado los beneficios esperados.
Por otro lado, cuando la enfermedad no es curable, el adecuado control de síntomas es imprescindible para mantener la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Además, según explican los expertos, un adecuado control de los síntomas impacta también en una mayor supervivencia.