Un proyecto mejora la cobertura antigripal entre la población de riesgo y los sanitarios

España se encuentra veinte puntos por debajo (56%) del objetivo de la Organización Mundial de la Salud en lo referente a la cobertura de la vacunación antigripal entre la población de riesgo, fijado en el 75%
"La colaboración entre la farmacia comunitaria y de atención primaria es necesaria para fomentar una política farmacéutica común y coherente que ofrezca mensajes únicos e inequívocos sobre la vacunación antigripal a la población"

El porcentaje de población de riesgo vacunada contra la gripe ha decrecido a nivel mundial en las últimas campañas de vacunación. También en España, que se encuentra veinte puntos por debajo (56%) del objetivo de la Organización Mundial de la Salud en lo referente a la cobertura de la vacunación antigripal entre la población de riesgo, fijado en el 75%. En algunas regiones esa cifra es aún más preocupante. En la Región Sanitaria de Cataluña Central, que agrupa a las comarcas de Anoia, Bages, Bergadá, Moyanés, Osona y Solsonés, la cifra decreció hasta 38,43% en la campaña del 2016, mientras que la vacunación de los sanitarios se mantuvo baja y estable, alcanzando como máximo el 28% de cobertura.

En ese contexto, un proyecto iniciado en 2017 y liderado desde la Unidad de Farmacia de Atención Primaria Cataluña Central del Instituto Catalán de la Salud ha intentado poner freno a esta caída de la cobertura antigripal con un abordaje innovador y multidisciplinar que nació con la voluntad de promover la participación y la integración de todos los agentes de salud.

"Los farmacéuticos de atención primaria (FAP) tenemos una perspectiva muy longitudinal del proceso de uso de un fármaco. En ese sentido, no hay que olvidar que las vacunas son fármacos y que los FAP, gracias a nuestra posición en el entorno sanitario, facilitamos la interrelación y promovemos la conexión entre todos los agentes de salud implicados. Los FAP tenemos la capacidad y la habilidad para integrar a diversos profesionales para que compartan un objetivo común, que en este caso es mejorar la cobertura vacunal contra la gripe", explica Anna Bonet Esteve, miembro de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) y FAP del Servicio de Gestión Integral de Vacunas de Cataluña Central.

Los resultados avalan el éxito del proyecto, que en opinión de Bonet Esteve se debe "a la suma de muchas iniciativas llevadas a cabo de forma concomitante, en comparación con otros proyectos que se centran más en una acción única".

En concreto, según la FAP, gracias al proyecto la Región Sanitaria de Cataluña Central "es la única de toda la Comunidad Autónoma catalana donde se observa una contención del descenso de la cobertura global con un ligero aumento sostenido (39,2%) desde la implantación del proyecto". Bonet Esteve reconoce el impacto reducido en la cobertura, "lo que demuestra la complejidad de la mejora", pero matiza que en la campaña 2018-2019 se administraron 16.000 dosis más de vacuna antigripal en toda Cataluña, más de la mitad de las cuales (9.000) fueron administradas en la región de Cataluña Central, lo que supone un incremento del 13,2% respecto a la campaña anterior.

Además, y aquí es donde se hace más evidente el impacto del proyecto, el número de profesionales sanitarios de atención primaria vacunados en 2018 en la Región se disparó hasta el 43,5% (tres puntos más que en 2017, pero 15 más que en 2016, año anterior a la puesta en marcha de la iniciativa).

Un proyecto multidisciplinar y con múltiples acciones

"Muchos territorios promueven anualmente la campaña de vacunación contra la gripe. Sin embargo, en nuestra Región se observa un comportamiento diferencial, ya que se desarrollan un conjunto de actividades abordadas de forma ordenada, coordinada y planificada, en las que muchos profesionales de un mismo territorio aportan el conocimiento y la dedicación con la visión de un objetivo común", explica Anna Bonet Esteve.

El proyecto, que nació con el objetivo de alcanzar una cobertura del 75% de la población de riesgo, tal y como establece la OMS, se ha apoyado "principalmente" en recursos humanos y ha centrado su abordaje desde la perspectiva del proceso "y no centrándose exclusivamente en el acto de la vacunación". Al respecto, Bonet recuerda que la vacunación es el acto final de un conjunto de fases previas, especialmente relacionadas con la información y la sensibilización, "que hay que abordar durante todo el año y en las que deben participar profesionales de distintos ámbitos y de forma conjunta con el paciente".

En ese sentido, el plan de acción inicial en el grupo de los sanitarios se basó en una Jornada sobre la vacunación antigripal para reflexionar sobre el impacto de la gripe en la Región y difundir elementos de apoyo (conocimiento, ética y prevención) para gestionar un cambio de tendencia. Cada año la campaña antigripal se inicia con la promoción de un Día «V» de concentración de la vacunación y la posterior difusión por las redes sociales de imágenes de los profesionales vacunados. "También, se redactan mensajes clave sobre la prevención que se difunden durante la campaña a través de los canales de comunicación interna y los sanitarios llevan una chapa con el logo de la campaña para generar el efecto espejo en la población", enumera Bonet.

Respecto a las actividades de comunicación orientadas a la población, éstas se enmarcan en un extenso Plan de comunicación que incluye el desarrollo de un logotipo, en el envío de SMS e emails, el uso de las redes sociales, el diseño de infografías, la difusión de notas prensa y vídeos, la ejecución de un flashmob, el diseño de posters, tríptico y roll-ups, el apoyo en radios y televisiones locales, y la creación de un anuncio radiofónico. A todo ello, según la miembro de SEFAP, se ha unido el diseño de un consejo breve (similar al consejo antitabaco) "dirigido a la población escéptica y con una clara orientación a dar respuesta a los motivos de rechazo que manifiesta la población ante la recomendación estándar de la vacunación".

Además del destacado papel de enfermería, al proyecto también se han unido otros agentes como la farmacia comunitaria. Para Bonet la colaboración entre la farmacia comunitaria y de atención primaria "es necesaria para fomentar una política farmacéutica común y coherente que ofrezca mensajes únicos e inequívocos a la población". En ese sentido, añade la FAP, se ha consensuado un protocolo de coordinación y recomendación de la vacunación que la promueva activamente, detectando a la población de riesgo en función de la medicación que conforma su plan de medicación. "Los farmacéuticos de atención primaria han actualizado los conocimientos de los farmacéuticos comunitarios sobre la vacuna y los centros de atención primaria han facilitado su acceso a la vacunación", añade.

Además, concluye la FAP del Servicio de Gestión Integral de Vacunas de Cataluña Central, en 2018 se inició la coordinación con los cuatro hospitales de referencia de la Región, con los que se han dado los primeros pasos para una comunicación unificada: notas informativas comunes para difundir a los medios de prensa escrita locales, uso de las mismas infografías y consenso de un tríptico informativo con mensajes clave dirigidos a la población y que ha contado también con el consenso del resto de agentes de salud de la Región, incluidos los sociosanitarios.

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