Una amplia mayoría de mujeres desconoce la posibilidad de cambiar la posición del bebé para colocarlo de cabeza cuando viene de nalgas

La revista Clínica e Investigación en Ginecología y Obstetricia ha publicado un estudio realizado por los doctores Carlos Piñel Pérez, Constanza Caliendo, María José Gómez-Roso y Juan José López Galián del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Quirónsalud San José, con el objetivo de evaluar los conocimientos generales y preferencias iniciales de las pacientes en edad fértil en España sobre el manejo de la presentación podálica a término, es decir, cuando el bebé, antes del parto, no se da la vuelta colocando la cabeza en dirección al canal del parto, sino que se queda en posición sentada.

Para la realización del estudio se facilitó a las 200 mujeres participantes (mujeres en edad fértil, mayores de 18 años), un cuestionario para evaluar sus conocimientos sobre la versión cefálica externa (maniobra externa que busca cambiar la posición del bebé para colocarlo en presentación cefálica, de forma que su cabeza se encuentre hacia abajo, muy cerca de la pelvis) y preferencias entre esta, la cesárea y el parto de nalgas.

De las 200 mujeres participantes 41 (20,5%) habían oído hablar de la versión cefálica externa. Resulta un dato llamativo el hecho de que, de éstas, menos de la mitad refirieron conocerla por un ginecólogo (29,27%) o una matrona (12,20%), mientras que el relato de conocidos o familiares fue la fuente más comúnmente referida por las participantes. Mientras que la prensa clásica tuvo un lugar poco relevante, la información de internet (fundamentalmente blogs, páginas web y redes sociales) se ha convertido en una fuente de información importante para las mujeres.

Pese a que hoy en día está demostrado que la mejor opción para esta situación es la realización de la versión cefálica externa, estos resultados ponen de manifiesto que la información emitida por ginecólogos y matronas sobre la versión cefálica externa durante los embarazos es muy escasa, debido probablemente, entre otros factores, a la desconfianza en la técnica por parte de los profesionales y a la falta de tiempo. Un dato interesante en este sentido es que dos de las mujeres que habían tenido cesáreas por presentación podálica a término en el pasado no habían oído hablar nunca de la técnica.

Sin embargo, una vez conocido el objetivo de la versión cefálica externa, las participantes en el estudio demostraron una favorable percepción hacia la efectividad de la técnica: el 63,5% se decantarían por este procedimiento, frente al 35% que elegirían cesárea programada y el 1,5% que lo harían por el parto de nalgas.

Probablemente, concluyen los autores del estudio, sería recomendable incrementar la información sobre la versión cefálica externa y sus características para las mujeres, tanto durante el seguimiento del embarazo en la consulta y en las clases de preparación al parto como en internet, para ayudar a las mujeres a tomar decisiones más consensuadas y seguras en caso de enfrentarse a una presentación podálica a término en sus embarazos. A la vez que poner en marcha medidas para incrementar el conocimiento y la confianza en la versión cefálica externa entre los profesionales.

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