Ante el inminente comienzo del curso universitario hemos preguntado al doctor José Antonio Peromingo, médico internista y miembro de SOGAMI (Sociedade Galega de Medicina Interna) sobre qué medidas deberían de tomar universitarios e instituciones universitarias para protegerse frente al virus de la COVID-19, en un curso de lo más atípico.
"La respuesta a esta pregunta tiene dos vertientes diferenciadas", nos responde el doctor. "Por un lado, la individual, el uso de mascarillas, gel hidroalcohólico y mantener la distancia de seguridad entre profesores y alumnos y entre los propios alumnos. Evitar aglomeraciones y si se tienen síntomas compatibles con infección por COVID-19 no ir a la Universidad ni a las clases ni a otras actividades que se desarrollen en recintos comunes de la Universidad. Ponerse en contacto con los Servicios Sanitarios para ver si hay o no infección y guardar adecuadamente la cuarentena en caso de que fuese impuesta por tener la infección o ser un contacto directo de un infectado. Por otro lado, está la vertiente colectiva donde la Universidad debe de intentar garantizar que la asistencia presencial, si es la que se quiere prestar al alumnado, sea lo más segura posible. Proporcionar gel a la entrada y salida de las clases, desinfectar los recintos una vez usados, mantener la distancia de seguridad, tratar de que cada alumno ocupe siempre el mismo sitio en la clase, etc. Debe de haber una relación fluida entre la Universidad y el Sistema de Salud para reconocer rápidamente a las personas infectadas y estudiar los contactos de la forma más ágil posible".
Grupos de 18 a 25 años
El doctor nos explica que "actualmente, el perfil de los brotes se asocia a personas más jóvenes con contactos familiares o de ocio festivo. En estos grupos la enfermedad se está comportando mayoritariamente de forma asintomática o con síntomas muy leves de malestar general, tos, fiebre, diarrea o cefalea. Pero esto no quiere decir que no haya casos graves e incluso mortales, aunque sean muy pocos". También recuerda que "son un vector de contagio, tanto si tienen síntomas como si están asintomáticos".
Focos de contagio
"Quizás lo más frecuente en este colectivo hayan sido las reuniones familiares y las de ocio, tanto nocturno como en fiestas privadas, dónde no se hayan seguido las reglas básicas para evitar el contagio como el uso de mascarillas, gel o distancia de seguridad. En este sentido, la asistencia a clases presenciales, si no se es muy escrupuloso con las medidas anticontagio, pueden ser un buen caldo de cultivo para la aparición de brotes como ya ha sucedido en otros países dónde la actividad universitaria ya ha comenzado, como por ejemplo en la Universidad de Alabama", cuenta el doctor Peromingo.
Campaña de la gripe
Sobre la pregunta de si los grupos jóvenes de edad deberían de vacunarse de la gripe, el doctor contesta que "no sabemos cómo se van a comportar ambos virus cuando coincidan en la temporada de invierno. Puede que uno aplaque al otro o que ambos se potencien. Los jóvenes, actualmente, no se vacunan de forma rutinaria de la gripe estacional ya que en ellos suele ser una infección leve o asintomática. Sin embargo, desde un punto de vista de salud para la población completa, tratar de minimizar los pacientes infectados de gripe mediante la vacunación, puede ayudar a diferenciar algunos síntomas que son comunes y reducir la necesidad de realizar pruebas diagnósticas para hacer el diagnóstico diferencial entre ambos virus si fuese necesario".