Posible infección por el coronavirus de Oriente Medio (MERS-CoV)

Son muchas las personas que este verano viajarán a Oriente Medio, aun cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alarma sanitaria sobre esta zona: la posibilidad de sufrir una infección por el coronavirus MERS-CoV.

Las personas infectadas con el MERS-CoV sufren una enfermedad respiratoria aguda grave con síntomas de fiebre, tos y dificultad para respirar. Cerca de la mitad de los pacientes muere. Los investigadores, preocupados por la gravedad del proceso, están tratando de descubrir la fuente de origen del MERS-CoV y de averiguar el mecanismo de propagación de este nuevo virus.

La información sanitaria respecto al riesgo para la salud de la zona a la que se viaja es muy importante. Cualquier riesgo para la salud del viajero debe activar recomendaciones de sanidad sobre prevención. Asimismo, antes de emprender un viaje es muy importante consultar en el Ministerio de Sanidad y Política social sobre las zonas geográficas de riesgo y las vacunaciones y recomendaciones pertinentes en cada caso.

Los coronavirus son microorganismos muy frecuente en todo el mundo y habitualmente causan resfriados. Sin embargo, ha aparecido un nuevo virus de esta especie que produce una nueva enfermedad, a la que se ha denominado síndrome respiratorio del coronavirus de Oriente Medio (MERS-CoV). Este nuevo microorganismo fue identificado en 2012 en Arabia Saudita y ha causado enfermedades graves con resultado de muerte en personas de varios países.

Este nuevo tipo de coronavirus, muy similar a los que pueden encontrar en murciélagos, es diferente y muestra un comportamiento más agresivo. El síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS-CoV) ha causado ya 80 casos que se han detectado en Francia, Alemania, Italia, Jordania, Arabia Saudita, Qatar, Túnez y Reino Unido.

En la mayoría de los casos la infección produce una enfermedad respiratoria aguda grave con síntomas que incluyen fiebre, tos y dificultad para respirar. El pronóstico es malo, ya que la mitad de los pacientes fallecen.

La preocupación de la OMS radica en que no se conoce el origen del virus y tampoco se sabe cómo se contagia, desconociéndose el alcance y la diseminación que esta enfermedad pueda tener a medio plazo. Sería interesante determinar si esta infección puede llegar a constituir una emergencia médica mundial en un tiempo breve, como ya ocurrió hace unos años con la gripe AH1N1.

De momento, aunque la OMS no ha emitido ninguna advertencia de salud para los viajeros en relación con ningún país, ha reconocido que la situación es grave y muy preocupante.
En cualquier caso, la enfermedad ya se ha diseminado por Europa, lo que ha obligado al Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud a realizar un asesoramiento sobre las acciones sanitarias que deben llevar a cabo los países afectados por el virus. Se debería realizar el seguimiento por parte del comité de los casos que se produzcan, para que, si el contagio aumenta, los expertos puedan reaccionar y actuar con rapidez.

El próximo mes de septiembre se volverán a reunir los miembros del Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud para analizar la situación tras el verano, aunque esta cita se podría adelantar si apareciera un elevado número de casos de contagio.

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Agente infeccioso (microorganismo) constituido por ADN o ARN (ácidos nucleicos) y con capacidad para reproducirse en una célula viva.

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