Si bien ambas patologías afectan el sistema cardiovascular, una angina de pecho no es un ataque al corazón. Cuando la angina de pecho se presenta, lo hace con un fuerte dolor que tiene el significado de que los músculos de corazón no están recibiendo la sangre suficiente y se parece a cuando una persona practica una actividad física en exceso, dado que es cuando el corazón comienza a trabajar con mucha más fuerza.
Los episodios de angina de pecho no suelen dañar permanentemente los músculos del corazón y cabe destacar que un ataque al corazón tiene lugar cuando el flujo de sangre hacia una parte del corazón es interrumpido de manera súbita, lo cual sí puede causar un daño permanente en el músculo cardiaco.
Por lo general, el dolor torácico en estos casos es mucho más grave y agudo, dura un tiempo prolongado y no se desvanece ni con medicación ni con reposo. De esta manera, cuando una persona tiene varios episodios de angina de pecho, no significa que vaya a sufrir un ataque cardiaco sino que le está advirtiendo de que existe una enfermedad coronaria subyacente y que debe tener ciertos cuidados.