En primer lugar, el tratamiento plantea que lo más importante es disminuir la sobrecarga de las articulaciones, de forma que, si existe dolor, se debe reposar. Es necesario informar al paciente sobre la naturaleza benigna de la enfermedad y sobre que no siempre es progresiva ni deformante.
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El tratamiento de la artrosis es, en primer lugar, conservador, comenzando con la administración de fármacos y medidas que conduzcan a la flexibilización de las articulaciones y la corrección de las contracturas musculares, mediante ejercicios y rehabilitación. El tratamiento quirúrgico se reserva para los casos avanzados con destrucción articular.
Tratamiento médico
Se basa en la administración de medicamentos para el dolor y otros compuestos antiinflamatorios y condroprotectores (protectores del cartílago articular). Es necesario seguir las indicaciones del médico y tomar las dosis según estén indicadas. No se debe suspender el tratamiento, aunque disminuyan las molestias, sin consultar antes al médico. La constancia es fundamental para que el tratamiento sea eficaz.
Analgésicos
Es fundamental, si el enfermo presenta dolor, que consulte con su médico para que le aconseje qué analgésico puede tomar. Se suele prescribir paracetamol 1 g/6 horas.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Estos fármacos se prescriben con la finalidad de mejorar el cuadro doloroso. Se utilizan AINE durante periodos cortos de tres semanas y corticoides solos en inyecciones intraarticulares.
Condroprotectores
Los condroprotectores son el sulfato de glucosamina, el condroitín sulfato y el ácido hialurónico. Son fármacos que han aparecido recientemente y que tienen efectos sobre el cartílago articular, mejorando el dolor.
- Glucosamina: consigue resultados prometedores en el tratamiento de la artrosis, principalmente en la de rodilla. Su eficacia es moderada en el alivio sintomático.
- Condroitín sulfato: mejora el dolor y la funcionalidad articular. Como la glucosamina, tarda más tiempo que los AINE en comenzar a calmar el dolor.
- Ácido hialurónico intraarticular: eficacia similar a los AINE orales y comparable a los corticoides intraarticulares en la artrosis de rodilla.
Podrían ser una alternativa a los tratamientos convencionales si el paciente no es candidato a la cirugía.
Tratamiento quirúrgico
Para ello, se extrae la articulación dañada y se coloca en su lugar una articulación artificial llamada prótesis. Las articulaciones que más frecuentemente se reemplazan son la cadera y la rodilla.
Las prótesis de cadera se componen de dos partes: un componente de plástico que se coloca en la cadera o pelvis (cótilo) y otro componente metálico que se coloca en el fémur reemplazando o recubriendo la cabeza femoral. Los dos componentes se fijan al hueso por medio de un cemento o por una superficie porosa que conduce a una osteointegración, en que la prótesis, recubierta por un material de hidroxiapatita, hará que el hueso crezca y se integre con este material, al que quedará fijado sólidamente. La operación se realiza a través de una incisión que se realiza en la parte lateral de la cadera.
La decisión de llevar a cabo el reemplazo de la articulación debe tomarla el propio enfermo, ya que la percepción del dolor y de la limitación del movimiento tienen un fuerte componente subjetivo y el paciente es el único que puede valorar hasta qué punto su calidad de vida se ve limitada por la dolencia.
La duración de la prótesis varía según la edad del paciente, si la técnica de implantación ha sido la correcta, si se han producido infecciones y si se ha forzado la prótesis con un uso intensivo (práctica de deportes). Cuando la prótesis deja de funcionar correctamente, se debe proceder a su recambio, retirando la vieja para colocar una nueva en su lugar.
Los principales tipos de prótesis de cadera que se implantan en la actualidad son:
- La prótesis total que consiste en la extirpación de la cabeza del fémur y parte del cuello de este hueso para colocar una pieza en la cavidad de la cadera o acetábulo y otra pieza en el fémur.
- La prótesis de superficie, que consiste en un componente que se coloca en la cadera y otro componente que recubre la cabeza del fémur.
Otros tratamientos
Es importante que el paciente con artrosis mantenga una higiene postural y una buena masa muscular que proteja las articulaciones del sobreuso, por ello es importante que realice ejercicios.
Rehabilitación
Es importante para ganar grados de movilidad articulares y evitar contracturas musculares. Se utilizan el calor, los masajes, los ejercicios isométricos que potencien la musculatura periarticular y el apoyo ortopédico (bastones, collarines cervicales).
Ejercicio
Existe evidencia de su eficacia en la osteoartrosis de cadera o de rodilla (igual que la fisioterapia o la educación). En las fases asintomáticas, sin dolor, el paciente puede practicar alguno de los siguientes ejercicios: natación o bicicleta (en la coxartrosis-artrosis de cadera, pero no en la gonartrosis-artrosis de rodilla). La natación es el ejercicio ideal para el enfermo artrósico, ya que se realiza sin forzar las articulaciones.