El páncreas es una glándula alargada y plana que se ubica en el abdomen, detrás del estómago. Se divide en cuatro porciones: cabeza, cuello, cuerpo y cola. Además, es una glándula con dos componentes: uno exocrino que produce enzimas para la digestión, y otro endocrino que segrega las hormonas insulina, glucagón y somatostatina.
Las enzimas secretadas por el tejido exocrino del páncreas ayudan a la degradación de carbohidratos, grasas, proteínas y ácidos en el duodeno. El tejido exocrino también secreta bicarbonato para neutralizar el ácido del estómago en el duodeno. La insulina y el glucagón regulan el nivel de glucosa en la sangre, y la somatostatina previene la liberación de las otras dos hormonas.
El cáncer de páncreas es un tumor maligno que se origina en este órgano. Cerca del 95% de los tumores pancreáticos son adenocarcinomas del tejido exocrino y el otro 5% son tumores endocrinos, como el insulinoma.
El cáncer de páncreas tiene una incidencia en nuestro medio de 9 a 12 casos por 100.000 habitantes/año y representa la cuarta causa de muerte por cáncer en el hombre y la quinta en la mujer, aumentando la incidencia con la edad, ya que el 80% de los casos se diagnostica entre la sexta y la octava década de la vida.
Algunos factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de páncreas incluyen:
- Fumar cigarrillos.
- Sufrir de diabetes por mucho tiempo.
- Padecer pancreatitis crónica.
- Algunos trastornos hereditarios. Entre el 5%-10% de pacientes han tenido un familiar afectado.