La resección quirúrgica es el único tratamiento curativo en estos momentos y, aunque los índices de resecabilidad han aumentado en los últimos años, el 88% de los cánceres de páncreas se detectan cuando el cáncer es irresecable, bien por extensión local o por enfermedad metastásica. La radioterapia y la quimioterapia (la quimioterapia después de la cirugía alarga la vida) se administran en función del estadio de la enfermedad.
Cuando el tumor es irresecable, existe la alternativa del tratamiento paliativo que consiste en cirugía para la obstrucción biliar y tratamiento para el dolor.