La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, membrana transparente que recubre toda la parte anterior del globo ocular a excepción de la córnea. Las causas de la conjuntivitis pueden ser múltiples: infecciones, alergias, respuestas inmunológicas, agresiones por agentes físicos o químicos (sal, cloro, etc.).
Los síntomas de la conjuntivitis más frecuentes son: enrojecimiento del ojo, sensación de tener un cuerpo extraño, picor o escozor, secreción ocular, sensibilidad a la luz, etc.
En verano es muy frecuente la aparición de la conjuntivitis debido a factores que rodean a esta estación:
- El aire acondicionado, ya que produce un aumento de la evaporación de la lágrima (por lo que disminuye la protección de la conjuntiva) e incluso sequedad ocular.
- Los rayos solares pueden producir un tipo de conjuntivitis llamada actínica. Nunca se debe mirar al sol (puede producir queratoconjuntivitis y lesiones retinianas). En caso de estar expuesto un largo tiempo, se recomienda utilizar gafas de sol con filtros ultravioletas.
- El agua puede llevar agentes infecciosos. Asimismo, el mar, por su cantidad de sal (mayor que en la lágrima) tiene un componente irritante y el agua clorada tiene un efecto tóxico sobre la conjuntiva.