Se lleva a cabo la extirpación quirúrgica de las células cancerosas con un margen de tejido normal alrededor. La cantidad de tejido normal a extirpar depende de lo profundo que sea el melanoma; cuánto más profundo, mayor margen. Si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos, estos se deben extirpar.
Para los pacientes con melanoma, que ya ha producido metástasis, el tratamiento va a ser más difícil, ya que el melanoma en esta fase no tiene cura y el tratamiento está dirigido a disminuir el tamaño del tumor y a mejorar los síntomas.
Se pueden utilizar quimioterapia e interferón o interleucina, que refuerzan el sistema inmunitario. Sin embargo, el interferón tiene muchos efectos secundarios y puede ser difícil de tolerar. También se puede usar radioterapia para aliviar el dolor o la molestia causados por las lesiones diseminadas. En ocasiones es posible operar las metástasis.