Otitis media - Vivir con la enfermedad
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La familia
Cuando la nariz del niño está congestionada son muy útiles unas gotas de solución isotónica de sal común hecha en casa: no hay más que disolver nueve gramos de sal en un litro de agua hervida y templada. Se puede emplear suero fisiológico.
Conviene aplicar unas gotas en cada orificio de la nariz antes de las comidas. Estas gotas fluidifican las secreciones y el niño consigue expulsarlas. Para extraer las secreciones también son de gran ayuda unas pequeñas bombas especiales, llamadas "sacamocos", que se venden en farmacias. A los cinco minutos de haberle instilado las gotas para la nariz el niño ha de tomar un sorbito de agua. La baja presión que se origina al beber descarga el oído medio.
Para aliviar los dolores del niño, el primer y más sencillo remedio consiste en aplicar calor seco. Se le puede poner una bolsa de agua caliente, paños calentados con la plancha o una manta eléctrica.