El trastorno bipolar se trata con medicamentos para estabilizar el humor. Estos estabilizadores del humor equilibran los periodos de euforia y de depresión. Estos medicamentos no comienzan a funcionar de inmediato y tardan algunas semanas en hacer efecto.
La psicoterapia puede ayudar a manejar la enfermedad ayudando a controlar el estrés, las preocupaciones familiares y los problemas interpersonales.