La miopía es una patología ocular que provoca visión borrosa al mirar objetos lejanos. Alrededor del 40% de la población infantil padece este defecto refractivo que puede ir aumentando de forma progresiva, principalmente durante la etapa de crecimiento.
Muchos padres desconocen que la miopía infantil, si no se controla y supervisa, puede aumentar y derivar en serios problemas de visión. Pero, sobre todo, no saben que es posible prevenir su crecimiento. Por ello, "es fundamental cuidar y controlar la miopía entre los 7 y los 17 años, ya que es la única posibilidad que tenemos de intervenir en este proceso", afirma el Dr. Francisco Sánchez - Waisen, especialista en oftalmología pediátrica de Vithas Almería, quien añade que, "alrededor de los 19-22 años se estabiliza este defecto refractivo".
La miopía aumenta unas 0,5 dioptrías de media cada año, especialmente entre la niñez y la adolescencia y, aunque puede corregirse mediante gafas y/o lentes de contacto convencionales, no ralentizan su progresión. "Uno de cada diez niños miopes crecerá por encima de las 6 dioptrías, siendo una de las mayores causas de patologías como la retinopatía miópica o discapacidades visuales, entre otras", explica el especialista.
Las personas con una elevada graduación de miopía pueden sufrir enfermedades oculares como pueden ser desprendimientos de retina, cataratas, glaucoma o atrofia coroidea, entre otras. "Según la evidencia científica publicada al respecto, las técnicas actuales que permiten una mayor ralentización de la miopía son: tratamiento farmacológico mediante atropina y el uso de lentes de contacto (orto-k y diseños de borrosidad periférica)", afirma el doctor.
Cómo saber si un niño es miope
El niño que es miope suele quejarse de dolor de cabeza, picor y ojos rojos. Además, suele frotarse los ojos, aumentar la frecuencia del parpadeo e incluso mirar de lado. Es habitual también, que el niño se acerque más a un libro o a la televisión. En caso de presentar estos síntomas, es importante acudir al oftalmólogo para que se explore al niño con gotas de ciclopléjico, de modo que la refracción sea exacta.