Actividades como cantar y bailar ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes mayores. Además, la práctica de actividades de este tipo ayuda a optimizar la coordinación y el equilibrio, endurece los músculos e incrementa la flexibilidad, con lo que se consigue reducir el riesgo de caídas. Este tipo de actividades también reduce el estrés y potencia la autoestima, convirtiéndose en un apoyo ideal para superar la timidez y estimular las relaciones personales.
Gracias a su práctica también se pueden prevenir problemas de salud y se reducen las posibilidades de padecer patologías crónicas como la diabetes, la obesidad, la hipertensión, la depresión, la osteoporosis. En concreto, según los expertos de Sanitas Redidencial, para los mayores que padecen demencia, párkinson, depresión o artritis, el baile es un complemento ideal para estimular sus capacidades psíquicas y físicas.
Por ello, los 40 centros Sanitas Residencial de toda España han puesto en marcha una iniciativa a través de la que más de 700 ancianos han participado en la grabación de un vídeo musical. El objetivo de esta actividad es fomentar la integración grupal, la socialización de los residentes y promover el envejecimiento activo.