El embarazo afecta de forma directa a la salud oral, según confirman más del 85% de las mujeres encinta consultadas en el Estudio de Salud Bucodental 2020 de Sanitas. El periodo de gestación tiene unas características específicas y provoca una serie de cambios hormonales y físicos que inciden de forma negativa en la salud bucodental, facilitando la aparición de problemas como las caries o la gingivitis.
Los problemas de encías han sido la afección más común por la que las mujeres embarazadas han visitado al dentista en el pasado año, solo por detrás de las caries, suponiendo más de un 17% de las citas con el odontólogo. Esta patología es una de las más frecuentes durante el embarazo, siendo especialmente notable entre el tercer y octavo mes de gestación debido a los cambios vasculares y hormonales que acompañan al embarazo que favorecen el que la placa bacteriana produzca una inflamación localizada de los tejidos periodontales que se caracteriza por una encía enrojecida, hinchada y sangrante.
"Además, acompañando los cambios gingivales, puede aparecer una tumoración benigna de la encía denominada ‘tumor de embarazo', ‘granuloma de embarazo' o ‘granuloma piógeno' que suele localizarse en una zona con gingivitis que crece rápidamente", explica Manuela Escorial, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental. "Está asociado al acúmulo de sarro y a determinados condicionantes bucales".
Por ello, la higiene bucodental durante el periodo de embarazo es todavía más importante si cabe. El uso de seda dental e irrigadores, el cepillado después de cada comida o la reducción en la ingesta de alimentos ricos en azúcares son algunas de las claves para minimizar el efecto de estas patologías que pueden derivar en problemas más graves de salud en el futuro. Otro factor que puede marcar la diferencia es el uso del cepillo eléctrico, no tan extendido actualmente como debería. De hecho, según datos del estudio de Sanitas, en 2020 su uso no superó el 50% entre las mujeres embarazadas.
Además, es muy recomendable no esperar al final del embarazo para ir al odontólogo, pues a medida que avance el proceso de gestación puede resultar más incómodo estar durante un tiempo prolongado en el sillón del dentista. "Las mujeres embarazadas con antecedentes previos de gingivitis o periodontitis deben poner especial atención a las revisiones antes, durante y después del embarazo. Es en este grupo en el que es decisivo mantener o devolver la salud de las encías para evitar que estos trastornos progresen durante el embarazo, período de mayor riesgo para ello".
Por otra parte, el estudio también muestra interesantes datos sobre la salud dental de los niños y recién nacidos, de donde se extrae que cada vez son más los padres conscientes de llevar a los más pequeños al dentista desde antes incluso de tener los primeros dientes.