Durante el confinamiento, los niños han sufrido un cambio de hábitos de manera significativa, por lo que se aconseja establecer una rutina para mejorar su desarrollo emocional y físico que, además, les ayudará a afrontar la adaptación al verano.
"Los niños, al igual que los adultos, necesitan y se benefician de rutinas para organizar su día a día. En los meses que hemos vivido, y posiblemente los que vendrán, se ha modificado la estructura normal de su quehacer diario, y esto, desde el punto de vista pediátrico acarrea consecuencias físicas, como pueden ser: nerviosismo, rabietas, problemas de sueño, incluso crisis de ansiedad", explica el Dr. Juan Poveda, jefe de servicio de pediatría de Vithas Almería.
Es recomendable establecer rutinas diarias que, aun siendo flexibles, permitan al niño configurar sus tareas diarias, lo que va a repercutir en una mayor seguridad y tranquilidad. "Es importante establecer rutinas en cuanto al aseo personal, la alimentación y el tiempo de descanso y de sueño acorde a su edad, pero es igualmente importante marcar hábitos en lo referente al aprendizaje y tiempo de estudio, incluso reglar en cierto modo el tiempo de ocio, además de realizar ejercicio físico moderado", afirma el especialista.
El saber qué hacer en cada momento del día va a traducirse en una mayor tranquilidad del pequeño, lo que le permitirá pasar estos meses de verano de manera saludable mientras recuperamos poco a poco la normalidad. "Si los padres notan una cambio brusco en la conducta de su hijo, recomiendo acudir a consulta, para poder orientarles con las máximas garantías".
"En esta pandemia los niños han sido unos de los grandes perjudicados. Durante este tiempo han tenido que adaptarse a permanecer en casa, no ir al colegio, no poder ver a sus amigos y a miembros de la familia, lo que ha supuesto un cambio en su estilo de vida", afirma Marina Barber, psicóloga coordinadora de la unidad de desarrollo infantil del mencionado hospital, quien añade que "según la edad, han podido comprender con mayor o menor facilidad lo que estaba sucediendo pero, en general, casi todas las familias nos comentan en consulta que les ha sorprendido enormemente la capacidad de adaptación de sus hijos".
Las vacaciones de verano son, para los más pequeños, uno de los momentos más esperados. Sin duda, este será un verano diferente, con restricciones que antes no existían y que condicionarán las salidas a la playa o piscinas, las quedadas con amigos y actividades en general. "Muchos de ellos aún incluso les cuesta salir a la calle y siguen condicionados por el miedo a enfermar", explica la psicóloga.
Mantener un control en sus horarios resulta más complicado durante el periodo estival y a menudo los padres eximen a los hijos de algunas responsabilidades. Pero, además, "para educar debemos sobre todo reflexionar acerca de qué hacemos, cómo lo hacemos y porqué lo hacemos", señala la especialista, quien explica que "estos consejos harán que la vuelta al colegio sea menos traumática para todos".