Un envejecimiento activo permite a las personas mayores potenciar su bienestar físico, cognitivo y social. Por ello, cada vez se invierten más recursos en descubrir nuevas terapias y actividades o en adaptar las ya existentes a las personas mayores.
"De manera progresiva, adaptamos las nuevas tendencias a las posibilidades de los mayores. Intentamos incorporar todas las novedades en actividades deportivas y tecnológicas que demuestran ser beneficiosas a nivel físico, cognitivo y social", explica David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.
Por un lado, las nuevas tendencias en actividades deportivas se han dirigido hacia la adaptación a diferentes medios, como el acuático, a ejercicios que antes eran en seco, por ejemplo el aquagym o el aquaspinning. También se tiende a revalorizar antiguas prácticas como el Tai Chi. "Algunos estudios científicos han demostrado que la práctica del Tai Chi es beneficiosa para mejorar la artrosis, el Parkinson, prevenir caídas y mejorar la capacidad cognitiva, el equilibrio y recuperar la capacidad aeróbica en personas que han perdido funcionalidad", comenta el doctor Curto.
Por otro lado, destaca el protagonismo de las nuevas tecnologías. Según datos del XVII informe La Sociedad de la Información en España, el uso de Internet subió un 11% en personas mayores de 65 años en 2016 y un 219% el uso de tablets. "Se tiende a usar elementos electrónicos para conseguir mayor precisión en el desarrollo de las actividades terapéuticas, ya que ofrecen la posibilidad de cuantificar los resultados esperados", añade Curto. También, entre lo más novedoso, están las adaptaciones de los juegos de toda la vida a estas tecnologías, lo que proporciona una actividad lúdica a la vez que un estímulo para nuevas partes del cerebro.
Además, el doctor Curto explica que "usar nuevas tecnologías y redes sociales acerca en muchas ocasiones a las diferentes generaciones y fomenta la relación entre miembros de la misma familia, lo que contribuye a reducir la brecha digital". Sin embargo, a veces las personas mayores ponen barreras a estas nuevas tendencias. "Algunos creen que 'no es para ellos', que se trata de 'actividades para jóvenes' o que son `demasiado mayores´ para aprender nuevas cosas. En la mayoría de casos, son creencias falsas. Es cierto que van a necesitar algo más de tiempo para aprender, pero también es cierto que, cuando se adaptan, se vuelven unos auténticos fans", explica el doctor Curto.
Por ello, para introducir este tipo de actividades es recomendable tener paciencia y demostrar las verdaderas ventajas. Entre los principales alicientes, se encuentran los beneficios físicos, como una mejora del bienestar, fuerza, equilibrio y reducción del riesgo de caídas. En el apartado tecnológico, están los beneficios sociales y cognitivos, ya que pueden comunicarse más activamente con sus amigos y familiares y gracias a Internet se abre un mundo nuevo de información.
Más soluciones para una población creciente y más exigente
La inversión de la pirámide poblacional, el aumento de la esperanza de vida y el continuo desarrollo de nuevas actividades terapéuticas han favorecido que el ámbito asistencial busque una oferta más diversa y flexible, que se adecue a las tendencias demográficas y sociales. Ejemplo de ello, son los numerosos aparatos electrónicos que se han adaptado a las necesidades de las personas mayores o las distintas modalidades deportivas y de ocio adaptadas a esta franja de edad.