El cambio de hora en primavera nos afecta más que el cambio que se produce en otoño

El retraso horario que se produce en primavera hace que nos levantemos una hora antes de lo habitual, lo que rompe la rutina del sueño
"Los niños y las personas mayores son los que más sufren los efectos del cambio de hora" afirma el Dr. Carlos Egea, responsable de la Unidad de Sueño del Hospital Vithas San José de Vitoria

El cambio de hora dos veces al año conlleva una mínima alteración del ritmo biológico que puede provocar trastornos del sueño, sobre todo en los niños y las personas mayores de 50 años, los más vulnerables a los cambios de rutina. Además, según el Dr. Carlos Egea, responsable de la Unidad de Sueño del Hospital Vithas San José de Vitoria, las personas que padecen problemas neurológicos como migrañas o epilepsia pueden sufrir un agravamiento transitorio de los síntomas, y a las que habitualmente tienen dificultades para conciliar o mantener el sueño les cuesta más acostumbrarse al cambio.

El doctor señala que los efectos sobre el organismo en el caso de personas sanas son mínimos –pueden sentirse más cansadas de lo habitual, algo desorientadas o con falta de concentración– y que, en un día el ciclo vigilia-sueño suele haberse compensado.

Las consecuencias de este cambio de hora son que hay menos luz en las primeras horas de la jornada, y más hasta bien entrada la tarde. "El cambio horario que se produce al entrar en la primavera nos afecta más que el cambio en otoño", ya que se altera la secreción de melatonina, la hormona que regula el estado de sueño y de vigilia dependiendo del sol. Es decir, cuanta más luz exista, menos melatonina se produce, por consiguiente, esta hormona induce el sueño más tarde.

En esta ocasión nos levantamos una hora antes de lo habitual y rompemos así el ciclo del sueño y, por lo tanto, surge ese déficit de descanso que podemos asemejarlo al estado que sentimos con el jet-lag cuando viajamos en avión a otro país en el que existe diferencia horaria.

No obstante, se recomiendan una serie de consejos para adaptarse mejor al cambio de hora y reducir al máximo las posibles molestias e inconvenientes:

  1. Ajustar la hora de acostarse. Coger como rutina irse a la cama a la misma hora.
  2. No tomar medicamentos para dormir.
  3. Evitar bebidas alcohólicas o excitantes antes de acostarnos. Tampoco fumar.
  4. Evitar la ingesta de cafés o tés a última hora del día. Realizar esta acción produciría una alteración en nuestro organismo, por lo que se nos haría más difícil conciliar el sueño.
  5. No realizar ejercicio a última hora de la noche. El cambio de temperatura es el que marca el inicio del sueño, y si haces ejercicio, tus músculos mantienen la temperatura y te costara más dormir.
  6. Evitar comer abundantemente antes de ir a la cama, incluso se puede ir modificando poco a poco la hora de las comidas, para facilitar la adaptación al organismo.

El efecto del cambio de horario, en gran medida viene motivado por los comentarios que surgen entre la gente, por pensar que por ese cambio de horario van a estar más cansados, "cuando simplemente es volver al horario que habíamos cambiado previamente en otoño. No debemos preocuparnos en exceso por los cambios de hora que no significan gran cambio en nuestro día a día", afirma el Dr. Egea.

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