Los cannabinoides se presentan como una alternativa para incrementar la calidad de vida de los pacientes que sufren ciertas enfermedades, como es el caso del SIDA. Compuestos basados en estas moléculas tienen la capacidad de paliar, aliviar y controlar gran número de efectos no deseados (nauseas, vómitos, ansiedad, dolor, estado mental) de terapias actuales.
El cannabidiol (CBD), cannabinoide no psicotrópico extraído del cáñamo industrial, supone una ayuda para las personas afectadas por el VIH. "El CBD –explican los responsables de Sativida, compañía barcelonesa especializada en complementos nutricionales basados en cannabidiol- posee la capacidad de incrementar el apetito en los enfermos de SIDA, que se ve disminuido por la medicación. Los cannabinoides provenientes de la marihuana medicinal nos ofrecen unas posibilidades terapéuticas relevantes, aceptadas por la farmacología oficial".
El CBD, además, activa un mecanismo de defensa contra tumores producidos por enfermedades como el cáncer, y alivia los síntomas de inflamación en casos como la artritis. Los pacientes que sufren dolores crónicos, los enfermos de anorexia y/o caquexia, y las personas que padecen náuseas son los que más demandan el uso del cannabis para paliar los efectos de dichas patologías. Les siguen las personas con enfermedades neuromusculares y las que sufren glaucoma.
Legalidad del cannabis medicinal
Desde 1999, en España y en otros 17 países de la Unión Europea es legal el uso de cepas de cannabis como complemento alimenticio siempre que presente niveles de THC inferiores al 0,02%. Esta clase de productos no produce ningún efecto psicotrópico. Los fines medicinales de la marihuana también son legales en 23 estados de Estados Unidos. Este año Colombia y Uruguay se han incorporado a la lista cada vez más larga de países que valoran la potencialidad de los cannabinoides en el terreno médico.
Sativida elabora un complemento nutricional a base de aceite de cannabidiol, con una concentración del 15%, una de las más altas del mercado. Se trata de un producto plenamente orgánico, libre de pesticidas y herbicidas y con una concentración mínima de THC, que es el cannabinoide de la marihuana con efectos psicotrópicos. Está certificado como Bio por la Unión Europea al proceder de la planta de cáñamo de la República Checa e Italia.
La compañía cuenta además con sistemas de gestión de calidad (ISO: 9001) y procesos que aseguran la trazabilidad del producto.