Después del largo invierno con nuestros pies ocultos bajo zapatos y calcetines, con la llegada del verano se ven expuestos a las altas temperaturas y los diferentes agentes externos, lo que aumenta la necesidad de cuidarlos y prestarles atención. Por ello, desde el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA), en su constante compromiso por mantener la salud de nuestros pies, han elaborado una serie de consejos y recomendaciones básicas que es importante considerar en estos meses de calor con el fin de eludir ciertas afecciones que pueden condicionar su estado.
Cuestiones que se deben evitar
- Andar descalzos en los lugares públicos: el verano es la época predilecta para frecuentar playas, piscinas y disfrutar del placer de andar descalzos por cualquier tipo de superficie. Dado el calor tan característico en estas fechas y la humedad que se genera en estos lugares tan concurridos, la aparición de hongos y papilomas se han convertido en unas de las afecciones más comunes. Por ello, lo ideal es protegerlos con un buen calzado que evite todo tipo de infecciones.
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Abusar de las chanclas, así como de otros zapatos que no se sujeten bien al pie, en la medida de lo posible dado que, su uso frecuente puede traer consigo problemas de cara al futuro, tanto para la salud de nuestros pies como de otras partes de nuestro cuerpo. Las consecuencias que puede acarrear abusar de este tipo de calzado son las siguientes:
- Lesiones en tobillos y rodillas como consecuencia de la falta de sujeción.
- Aparición de dedos en garra pues al tratarse de un calzado de lo más inestable, solemos tender a ejercer toda la fuerza de sujeción con el dedo gordo del pie.
- Alteración de la pisada como consecuencia de un cambio de marcha provocado por este tipo de calzado.
Consejos para cuidar los pies en verano
- Mantener rutinas de higiene y tenerlos hidratados y nutridos: durante el verano, la sequedad que se produce en nuestros pies en estos meses puede ser consecuencia de la continua exposición al sol, lo que puede llegar a provocar grietas en nuestros pies. Este hecho se traduce en la aparición de vías directas por las que se contagian infinidad de microorganismos que pueden atacar a la salud de los pies.
- Escoger un calzado idóneo como las sandalias, siempre y cuando vayan bien sujetas al pie (sin oprimirlo) y su suela no se encuentre por debajo ni por encima de los 3-4 centímetros, pues de este modo se evitaran impactos bruscos al caminar. Además, en verano es fundamental que los pies transpiren dando prioridad a los fabricados con fibras naturales y evitando la goma.
- Confiar en los Profesionales de la Podología pues se avecinan varios meses en los que, de no prestar la atención que nuestros pies se merecen, las dolencias pueden empezar a aparecer. Es por ello que, debemos garantizarnos un diagnóstico completo y personalizado como medida de prevención.
A modo de conclusión, es importante tomar conciencia de la importancia del cuidado de nuestros pies, sobre todo, en determinadas épocas del año, como en verano, donde nuestros pies se ven más expuestos, y entre determinados colectivos, como niños, personas mayores, deportistas o diabéticos. Los cuales deben extremar aún más las precauciones y cuidados por ser más vulnerables a la aparición de diversas patologías.