Según un estudio publicado en el Journal of Alzheimer's Disease, el consumo de alimentos ricos en polifenoles, propios de la dieta mediterránea, se asocia con una mejor función cognitiva en las personas ancianas con alto riesgo cardiovascular. El estudio, financiado por el Instituto de Salud Carlos III, tiene como autora principal a la Dra. Cinta Valls-Pedret, del Hospital Clínic de Barcelona.
Además de estudiar el consumo habitual de distintos alimentos, los responsables de este trabajo realizaron test neuropsicológicos para evaluar la función cognitiva en relación con la dieta y analizaron la excreción urinaria de polifenoles como biomarcador del consumo diario de estos antioxidantes.
Descubrieron que un incremento en el consumo de nueces (pero no de otros frutos secos) estaba asociado con una mejor memoria de trabajo, el consumo de café y de aceite de oliva virgen supuso obtener mejores puntuaciones en memoria verbal y la ingesta moderada de vino se asoció a una mejor función cognitiva global.
Según explica la Dra. Valls-Pedret, los resultados de esta investigación "sugieren que el consumo de alimentos ricos en antioxidantes típicos de la dieta mediterránea podrían contrarrestar el declive cognitivo asociado a la edad".
El presidente de la Fundación Dieta Mediterránea, Lluís Serra-Majem, ha mostrado su satisfacción con este trabajo y ha afirmado que "la evidencia entorno a los beneficios de la dieta mediterránea crece día a día y cada vez son más las patologías que se benefician de este patrón alimentario tan saludable".