La diabetes es la causa principal de neuropatía, enfermedad del sistema nervioso periférico, en los países desarrollados. Además, es la complicación más común de morbimortalidad en los pacientes diabéticos, siendo el llamado pie diabético una de las consecuencias más graves.
Según los expertos, la neuropatía está presente en el 14,2% de los pacientes con diabetes con menos de cinco años de evolución y en más del 40% a los 10 años. La presentan el 12,9% de los pacientes con diabetes tipo 1 y el 24,1% de los tipo 2.
Además, se estima que la prevalencia de polineuropatía diabética en España es del 22%, incrementándose con la edad, siendo menor del 5% entre los 15 y 19 años y alcanzando el 29,8% entre los 70 a 74 años.
Los expertos explican que existen tres factores fundamentales en la aparición y el desarrollo del pie diabético: la neuropatía, la arteriopatía y la limitación de movilidad articular. La combinación de estos actores puede llegar a provocar una amputación. Por ello, es fundamental que el paciente diabético extreme el cuidado de sus pies.
En este sentido, se recomienda que los diabéticos sigan unas pautas diarias para el cuidado de esta parte del cuerpo, basadas en una higiene y una hidratación adecuadas. El lavado debe realizarse con jabón neutro, el secado debe ser exhaustivo y se debe hidratar el pie diariamente.
La hidratación de los pies de los pacientes diabéticos es clave, ya que estos pacientes pueden sufrir lesiones que pueden infectarse con más facilidad y cicatrizan peor que en las personas sin diabetes. Además, es más probable que el pie diabético aparezca en pacientes cuyos pies presentan callosidades, grietas y fisuras.