Los resultados preliminares del estudio WAHA (Walnuts and healthy aging / Las nueces y el envejecimiento saludable), serán presentados en el próximo encuentro Experimental Biology que tendrá lugar en San Diego, California del 2 al 6 de abril. El WAHA es un ensayo clínico de 2 años de duración realizado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y la Universidad de Loma Linda y tiene como objetivo determinar el efecto del consumo de nueces en enfermedades relacionadas con la edad, tales como la demencia o la degeneración macular.
"Debido a que las nueces son un alimento calórico, una preocupación constante ha sido si su consumo continuado podría producir un aumento de peso. Los primeros resultados del WAHA demuestran que el consumo diario de nueces durante un año por un grupo numeroso de adultos de edad avanzada no tiene efectos adversos en el peso corporal. El estudio también muestra que el efecto reconocido de la reducción de los niveles de colesterol que tienen las dietas enriquecidas con nueces funciona igualmente en la tercera edad y cuando se mantienen durante largos periodos de tiempo. Obtener grasas saludables y otros nutrientes gracias a las nueces, mientras se mantiene la adiposidad a raya y se reduce los niveles de colesterol en sangre es importante para el bienestar nutricional de las personas de la tercera edad. Es alentador saber que el consumo de nueces puede beneficiar a esta población en particular", afirma el Dr. Emilio Ros, Director de la Clínica de Lípidos, Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona. "A medida que avancemos con el estudio WAHA, evaluaremos cómo las nueces pueden afectar, entre otros resultados, al deterioro cognitivo y la degeneración macular relacionada con la edad, dos enfermedades que generan gran preocupación de salud pública", añade el Dr. Ros.
En esta investigación participan 707 adultos saludables de tercera edad distribuidos en dos grupos. Al primer grupo se le ha solicitado incluir dosis diarias de nueces (~ 15% de la ingesta calórica) a su dieta típica, y el segundo grupo sigue su dieta habitual sin frutos secos. A los participantes no se les aconseja sobre el total de calorías ni la ingesta de macronutrientes o sustitución de alimentos por nueces. Después de un año, el estudio ha demostrado que ambas dietas tenían un efecto mínimo sobre el peso corporal, los triglicéridos y el colesterol HDL. Sin embargo, en los participantes que siguieron la dieta con nueces se ha registrado una reducción significativa del colesterol LDL comparado con la dieta control, sin nueces.
El encuentro Experimental Biology espera contar con una asistencia de más de 14.000 investigadores internacionales. En el marco de este evento, el próximo 4 de abril, el Dr. Ros participará en un simposio sobre la dieta y sus efectos para la salud cognitiva donde detallará los resultados del WAHA. El programa tratará del rol que puede desempeñar la dieta y los alimentos, como las nueces, para mejorar la salud cognitiva e incluso en el retraso de la aparición de enfermedades cognitivas como la demencia y el Alzheimer. En España, más de 800.000 personas sufren de Alzheimer y es el país el tercer país del mundo con mayor prevalencia de demencia, una enfermedad que actualmente afecta a al menos 44 millones de personas en el mundo.
En este encuentro internacional también se espera la presentación de otras investigaciones en marcha sobre las nueces y sus efectos en otras áreas de la salud como la intestinal, el hambre y la saciedad, y la salud metabólica.
Existen bioactivos de las nueces que podrían ser factores que contribuyen a proporcionar estos beneficios para la salud. Las nueces son el único fruto seco compuesto principalmente de grasa poliinsaturada (13 gramos por 30 g), que incluye el ácido alfa-linolénico (AAL), el ácido graso de origen vegetal omega-3. Además, son el único fruto seco que contiene una cantidad significativa de AAL, con 2,5 gramos por una porción de 30 gramos.