La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa de que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) afecta a alrededor de 3841 millones de personas en el mundo y estima que, en 2030, será la tercera causa de muerte, solo por detrás del cáncer de pulmón y la diabetes, convirtiéndose en una de las enfermedades más discapacitantes.
Además, el 73% de los pacientes con EPOC tienen dificultades para respirar al menos dos veces a la semana y más de la mitad se despiertan por la noche al toser.
Pese a estas cifras y al impacto que esta enfermedad tiene en la calidad de vida de quienes la padecen —3 de cada 4 personas con EPOC moderada tienen dificultades para llevar a cabo sus tareas cotidianas y un 40% se ven obligados a jubilarse prematuramente—el diagnóstico precoz continúa siendo una de las asignaturas pendientes y en la que más esfuerzos han de invertirse como así advierten los expertos.
Para el Dr. Carlos Álvarez, neumólogo en el Hospital Ruber Juan Bravo de Madrid y presidente del Comité Científico de Neumomadrid, es necesario que el nivel de sospecha clínica por parte de los médicos aumente. Esto es, que ante cierta sintomatología como tos, expectoraciones y disnea, realicen una espirometría para poder definir si se está ante un caso de EPOC y la gravedad de la misma.
"En la mayoría de los centros, ya hay protocolos de derivación de atención Primaria (AP) a especializada y también se está empezando a trabajar en protocolos a la inversa. La implementación de la espirometría en centros de salud está bastante generalizada, aunque su nivel de utilización está lejos de poder considerarse óptimo", advierte el especialista.
Por otro lado, las exacerbaciones, también conocidas como empeoramiento repentino de los síntomas, pueden acelerar la progresión de la enfermedad y representan el 29%6 de los pacientes que las sufren. De hecho, 1 de cada 5 personas que presentan exacerbaciones requieren hospitalización.
Pese a que se dispone de mucha información sobre la fisiopatología de las agudizaciones y existen tratamientos para ellas, es importante destacar que un tercio de los pacientes con EPOC presentan dos o más exacerbaciones al año y este es un claro indicativo de "a más riesgo y peor pronóstico, mayor consumo de recursos sanitarios, más hospitalizaciones y mayor mortalidad", recuerda el Dr. Álvarez.
Otro tema que también preocupa a los profesionales sanitarios es el impacto económico de la EPOC. En Europa, el coste anual de la asistencia sanitaria y la pérdida de productividad laboral asciende a 48,4 mil millones de euros.
En los últimos años, se han producido avances notables en cuanto a opciones terapéuticas. Desde 2013, la compañía farmacéutica GlaxoSmithKline ha lanzado tres nuevos fármacos para el abordaje de esta enfermedad y continúa investigando en futuros tratamientos.
Respecto a los avances terapéuticos, el especialista señala que, para la comunidad científica, la EPOC ya está considerada como una patología de primera línea. "Esto implica que ahora tenemos un mejor conocimiento de la enfermedad, sabemos cómo caracterizar a los pacientes y sabemos cómo identificar los fenotipos. Todo ello permite una medicina personalizada de precisión orientada específicamente a cada paciente en concreto", agrega el facultativo.
Otro de los logros que se han producido en este campo además del amplio abanico de opciones terapéuticas es la aparición de dispositivos de inhalación. Gracias a su cómodo manejo y a que sea posible su uso únicamente una o dos veces al día, el cumplimiento ha mejorado "mucho".
En este punto, el Dr. Álvarez asegura que aunque son muchos los hitos alcanzados en este campo, quedan retos pendientes. Entre ellos, destaca, la mejora de la comunicación y colaboración entre AP y especializada, favorecer el conocimiento de guías de práctica clínica, contar con unidades multidisciplinares de atención al paciente crónico complejo y contar con una historia clínica electrónica unificada; algo que el especialista califica como "esencial".
Destapando la EPOC
Pese a que la EPOC es una enfermedad pulmonar común, todavía existen concepciones erróneas en torno a ella. La EPOC solo afecta a la gente mayor, ¿mito o realidad? Mito. Muchas personas creen que esta enfermedad solo afecta a personas mayores, pero la realidad es que puede aparecer a los 40 años o incluso antes. No obstante, lo común es que no se diagnostique hasta los 50 o 60.
Otra de las ideas extendidas en la sociedad es que fumar es la única causa de la EPOC y la realidad es que, aunque el tabaco es la principal causa, también puede ser una consecuencia de la exposición a humos, sustancias químicas, polvo o contaminantes dañinos, etc.
Tampoco es real que padecer esta enfermedad sea sinónimo de tener inevitablemente una peor calidad de vida. Gracias a un adecuado tratamiento y con un estilo de vida saludable es posible mantener una vida plena y satisfactoria. Si bien es cierto que, actualmente, ninguna de las opciones a disposición de los pacientes puede curar la EPOC, sí se puede controlar de manera efectiva.
Estos son algunos de los mitos asociados a la EPOC. Con motivo del Día Mundial que este año se celebra el 15 de noviembre, GSK pone a su disposición el decálogo ‘EPOC: Mitos y falsos tópicos', porque entender esta patología y las medidas que se pueden tomar para controlarla mejor pueden ayudar a mejorar el bienestar general.