Durante años la esquizofrenia ha sido una enfermedad que se ha caracterizado por el gran impacto que tenía sobre las personas que la padecían. Sin embargo, "los nuevos esfuerzos que se están llevando a cabo en el ámbito de la farmacología persiguen que los pacientes sean capaces de recuperar una vida funcional y feliz", explica el jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, Manuel Olivares. Debido a que el tratamiento de la esquizofrenia es de larga duración, los nuevos antipsicóticos, como lurasidona son una nueva opción de tratamiento para los afectados que, además de mejorar la sintomatología psicótica, presenta un óptimo perfil de tolerabilidad.
Estas características han sido explicadas en profundidad por el ya mencionado Dr. Olivares, en el simposio patrocinado por Angelini Farmacéutica Lurasidona: nueva opción terapéutica en el manejo de la esquizofrenia que se ha celebrado el jueves, 26 de septiembre, en Bilbao en el marco del XXII Congreso Nacional de Psiquiatría.
La exposición científica ha estado moderada por el jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, Dr. Eduard Vieta, y, en ella han participado, junto al Dr. Manuel Olivares, el jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Rodríguez Lafora de Madrid, Dr. Fernando Cañas, y el profesor de Psiquiatría de la Universidad de Siena, Dr. Andrea Fagiolini.
Una alternativa eficaz
La reciente introducción de lurasidona supone una nueva alternativa que ayudaría a modificar esa situación, ya que tal y como presentó el Dr. Cañas, estudios como el Optimize, demuestran que el nuevo antipsicótico, en pacientes con esquizofrenia aguda, logra una mejoría significativa para cada uno de los cinco factores de la Escala de Síndromes Positivos y Negativos (PANSS) -positivos, negativos, pensamientos desorganizados, hostilidad y depresión/ansiedad- a la par que reduce el riesgo de recaídas y presenta un efecto despreciable a lo largo del tiempo sobre los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos. Esto permite que sea tolerado en dosis mayores de incluso 148 mg al día, sin aumentar el riesgo de sufrir efectos adversos.
Los efectos secundarios
La mayor parte de los tratamientos actuales tienen una buena eficacia, sin embargo, el porcentaje de pacientes que presentan efectos adversos es alto. En ese sentido, los últimos estudios remarcan como los fármacos antisicóticos pueden inducir alteraciones cardiovasculares y metabólicas -obesidad, hiperglucemia, dislipemia y síndrome metabólico- que se asocian con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Esas circunstancias se traducen en una disminución de la esperanza de vida en comparación con la población general, ya que un 50% de los pacientes que reciben un tratamiento antisicótico sufren obesidad, un 40% presentan triglicéridos altos y un 20% tienen hiperglucemia, según los datos de la Asociación Europea de Psiquiatría (EPA).
Aplicación en la vida real
Por último, el Dr. Fagiolini, quien ya ha podido analizar en profundidad el funcionamiento de lurasidona -puesto que en Italia esta molécula ya se utiliza desde el 2017- ha destacado que se trata de "un fármaco muy potente y eficaz contra los delirios y alucinaciones, así como en los síntomas negativos como el aislamiento social o la falta de voluntad e interés. Se caracteriza por una gran tolerabilidad y los pacientes lo aceptan de buen grado, ya que es muy difícil que aparezcan situaciones como el aumento de peso, sequedad bucal o retención urinaria".