La tranquilidad de la embarazada es fundamental para la gestación. Y para facilitarla es imprescindible que cuente con información de especialistas y que se establezcan canales de comunicación alternativos cuando las visitas presenciales no pueden llevarse a cabo, motivo por el cual la Fundación Jiménez Díaz organizó recientemente el seminario online "Embarazo, parto y COVID-19".
"Estos encuentros proporcionan información, resuelven dudas y crean un ambiente de confianza entre pacientes y profesionales que ayuda a reducir miedos y preocupaciones", señala Patricia Jiménez Peña, supervisora de Enfermería en Hospitalización de Obstetricia y Ginecología del hospital madrileño, que celebró el seminario en colaboración con el Hospital Universitario General de Villalba. "Las futuras madres tienen que saber que los profesionales las ayudaremos en cualquier duda o situación que precisen, que estarán acompañadas durante todo el proceso", añade asegurando que "desde nuestro hospital trabajamos por y para ellas".
Para realizar esta labor de acompañamiento, el Dr. Manuel Albi, jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia de los Hospitales Públicos gestionados por Quirónsalud en Madrid, destaca la importancia de la digitalización de la asistencia médica en la que esta red asistencial lleva años trabajando y que se ha consolidado aún más desde el inicio de la pandemia.
"Nuestras gestantes conocen desde la primera visita del embarazo todo su plan de citas, ecografías y analíticas. De la misma manera, saben las citas que serán presenciales y las que se harán de forma no presencial a través de nuestro Portal del Paciente [aplicación de desarrollo propio que constituye el principal canal de comunicación bidireccional con el hospital y permite al usuario ser el verdadero protagonista de su proceso de salud]".
Acompañar a las gestantes en todo el proceso
"Aunque vivimos en un mundo con acceso a la información para todos, es una constante en nuestra experiencia que las mujeres, y particularmente durante el embarazo, nunca se sienten lo suficientemente informadas y acompañadas", asegura el especialista. Esta situación se ha visto agravada durante la pandemia, ya que se han sumado más dudas e incertidumbres en las gestantes, que están preocupadas por ellas mismas, pero sobre todo por sus bebés. "Su principal preocupación es la COVID-19, pero también todo aquello que siempre les ha inquietado, como los posibles problemas de sus hijos en la primera mitad del embarazo o todo lo relativo al parto en la segunda mitad", explica.
Por otra parte, desde la llegada del coronavirus, la percepción de las mujeres ha ido mejorando, ya que los profesionales han ido adquiriendo conocimiento de cómo se comporta la enfermedad que genera. "Al principio, teníamos muy poca información sobre el comportamiento del virus, si podía afectar o no al embarazo, si se podía recomendar la lactancia materna en caso de estar infectadas...", señala el jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia. "Se suspendieron muchas consultas presenciales, fundamentalmente en Atención Primaria, la mayoría de la población sentía mucha incertidumbre y las mujeres embarazadas aún más al no saber cómo podría afectar la infección al embarazo", comenta por su parte Jiménez.
Sin embargo, el acompañamiento por parte de los profesionales a la mujer embarazada ha sido el mismo, a excepción de las medidas de protección y restricción que se han implementado durante muchos meses. "La atención es exactamente igual que antes de la pandemia, el protocolo adoptado se enfoca únicamente a proteger al personal y al resto de pacientes hospitalizadas para evitar una posible transmisión", expone la supervisora. "Nos colocamos un equipo de protección que nos permita mantener el mismo contacto y cercanía en la atención que caracteriza a nuestro hospital, priorizando en todo momento la seguridad de nuestras pacientes, sus bebés y los profesionales".
En cuanto al acompañamiento a las consultas de Obstetricia, al inicio de la pandemia no se permitía, ya que la tasa de transmisión no lo hacía viable, pero gracias a la evolución favorable de la situación epidemiológica, ya sí está contemplado. "En lo que respecta al parto, pensamos que el nacimiento de un hijo es un momento muy transcendente en la vida de una persona y, por ello, precisa ser compartido", afirma Jiménez.
Embarazo y COVID-19
Dependiendo de la situación personal de cada embarazada, surgen diferentes dudas, aunque entre las preguntas más habituales se encuentran si en caso de infectarse pueden dar lactancia materna, si se pueden vacunar o si las recomendaciones durante el embarazo para el COVID-19 son iguales que para el resto de la población. Con respecto al último punto, las medidas preventivas recomendadas para el resto de la población (distancia física, mascarilla, gel hidroalcohólico…) son exactamente las mismas que para las gestantes, ya que no tienen más riesgo de contagio. "Aunque potencialmente podría asociarse a mayor riesgo, la mayoría de los estudios indican que en la práctica no es así y que la embarazada presenta el mismo riesgo de contagio que la población general", indica Jiménez.