La pandemia y el confinamiento han provocado el aplazamiento y/o suspensión de un gran número de visitas y pruebas presenciales, impulsando la telemedicina. Este cambio en el modelo asistencial ha tenido diferente acogida para según qué tipo de pacientes. Según la doctora Gumersinda Cancela, médica internista perteneciente a la Sociedade Galega de Medicina Interna (SOGAMI), mientras que los pacientes graves pendientes de algún tipo de prueba complementaria, "se han sentido muy asustados ante la demora en la realización de las pruebas", los ancianos pluripatológicos crónicos han vivido la situación con "miedo" a ir al hospital ante un posible contagio.
En ambos casos se ha intentado solucionar el problema con telemedicina, siendo mejor aceptada esta solución por los pacientes mas crónicos.
También ha habido muchos pacientes graves, que deberían de haber acudido al hospital durante la pandemia y no lo hicieron por miedo, que ahora reflejan durante las consultas como temor a estar solos en el hospital o de morir solos.
"Hay tambien muchos pacientes que lo han pasado mal en casa. Estamos viendo cuadros de pérdidas de peso, procesos neoplásicos ocultos (tumores), alteraciones de ritmo deposicional, diarreas..." Síntomas por los que antes de la pandemia se acudía con más celeridad al médico y que, sin embargo, se han ido quedando en casa, por lo que ahora algunos pacientes están peor. También muchos pacientes, ancianos, que han vivido con ansiedad el confinamiento, asustados ante las noticias en los medios de comunicación, las muertes, y miedo a padecer una enfermedad por la que ni su propia familia se acercaria a ellos.
Cambio de actitudes en los hospitales
"Se mantiene la consulta telefónica a los pacientes crónicos pluripatólogicos; se comentan telefónicamente los resultados de los análisis; se consensúa con las familias y el paciente las actitudes a seguir; y se convoca presencialmente al enfermo cuando se considera necesario…", explica la doctora Cancela.
"Asimismo se gestionan estrictamente los horarios de las consultas, con el fin de que no haya pacientes esperando en la consulta. Aunque se da por sentado, se vigila que usen mascarilla y se recomienda que los jóvenes no acudan acompañados, y los ancianos, si es necesario, solo con un responsable. En cuanto a las citas, la auxiliar entrega en cita previa las peticiones de interconsultas, al igual que las pruebas complementarias y consultas de seguimiento, después se llama a casa o se envía una carta con las citas. Así se evita la estancia del paciente en el hospital, que solo se vaya a consulta", dice la doctora.
"Es un cambio de actitudes y de educación en la población, con el objetivo de evitar aglomeraciones, lo cual es algo positivo tanto para frenar la propagación del coronavirus como otras infecciones respiratorias como la gripe", resume la internista.