Alrededor de 400.000 personas padecen epilepsia en España, un trastorno neurológico que frecuentemente va acompañado de problemas psiquiátricos. El más común es la depresión, y el principal problema es que suele estar infradiagnosticada en estos pacientes.
"La depresión está infradiagnostiada en los pacientes epilépticos y, por tanto, hay pacientes que no están tratados adecuadamente", indica la Dra. Eugenia García, neuróloga del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid. Entre los factores que se han asociado a depresión en pacientes con epilepsia destacan la refractariedad de las crisis, escaso nivel estudios y baja laboral.
Los expertos consideran que existe una relación importante entre ambas enfermedades, de hecho, entre un 30 y un 35% de los pacientes que padecen epilepsia en España presentará trastornos depresivos a lo largo de su vida; en concreto, los pacientes que padecen epilepsia resistente a fármacos presentan mayor incidencia de depresión y peor calidad de vida que los pacientes cuyas crisis están controladas, según el estudio IMDYVA (Impacto de la Depresión y Calidad de Vida), en el que han colaborado 130 neurólogos de toda la geografía española y han participado 515 pacientes.
Por otro lado, la epilepsia es una enfermedad no siempre controlada, y los últimos esfuerzos terapéuticos van encaminados a mejorar la calidad de vida del paciente, para lo que es imprescindible controlar las crisis. Sin embargo, según el Dr. Xavier Badía, especialista en investigación de resultados en Salud, Calidad de Vida y Economía de la Salud, "en casi una tercera parte de los pacientes con epilepsia, la enfermedad es resistente a los fármacos y las crisis no están controladas", por tanto, la calidad de vida de estos pacientes es menor que la de aquellos con epilepsia controlada y requieren mayor uso de recursos sanitarios.