Es hora de que la Unión Europea (U.E) actúe y consiga que el abordaje del dolor sea una prioridad para lograr unos ciudadanos más sanos y una economía más fuerte. El Simposio Societal Impact of Pain 2016 (Impacto Social del Dolor, SIP por sus siglas en inglés) tendrá como objetivo involucrar a todos los grupos que participan en la elaboración de políticas futuras que afectan al impacto social del dolor.
El dolor es un elemento fundamental de la experiencia de los pacientes en muchos centros de salud (dolor crónico primario, dolor postoperatorio, dolor oncológico, dolor neuropático, dolor de cabeza y dolor visceral) y la calidad de su atención puede ser considerada como un indicador de la calidad general del Sistema Sanitario. Sin embargo, en muchos casos, el dolor de los pacientes está, aún hoy, no del todo bien evaluado y, aunque existen varios estudios sobre los niveles de dolor en algunos estados miembros de la UE, no hay disponible un estándar comparativo de la calidad en Europa para los consumidores y pacientes. El dolor crónico, que es el que persiste durante más de 3 meses, es un problema de salud específico que afecta a 1 de cada 5 adultos en Europa y que conduce, entre muchos otros, a trastornos del sueño, ansiedad, depresión y baja autoestima. Por tanto, este tipo de patología deriva en un síndrome típico e incluso en una enfermedad. El dolor crónico llega a dominar la vida de las personas afectadas y, a menudo, también de la familia, amigos y cuidadores.
El dolor afecta a más del 70% de los pacientes oncológicos y hasta el 80% de los casos con cáncer avanzado, suponiendo una parte muy importante de los cuidados paliativos. El alivio del dolor es, por tanto, una preocupación importante para este tipo de pacientes. A largo plazo, aproximadamente del 5 a 10% de los supervivientes sufren dolor crónico intenso que interfiere en su actividad diaria. Por otro lado, hay que destacar que el dolor muscoloesquelético provoca casi el 50% de todo el absentismo laboral de, al menos, tres días en la U.E. y el 60% de la incapacidad laboral permanente.
La prevalencia del dolor se asocia a una reducción de la población activa y al aumento del gasto en prestaciones sociales. Los costes directos e indirectos de las enfermedades musculoesqueléticas se han estimado en 240.000 millones de euros cada año, suponiendo hasta el 2% del PIB en la UE.
En el Simposio, los expertos abordarán los siguientes temas:
- El dolor como indicador de calidad para el Sistema Sanitario.
- Dolor crónico: ¿una enfermedad o un síntoma subyacente?
- La relevancia del dolor en los cuidados del cáncer y la rehabilitación.
- Dolor, rehabilitación y reincorporación de los trabajadores al mundo laboral.
El resultado del simposio incluirá sugerencias concretas de política que serán ratificadas en el pleno día 24.