Recordando Juntos, una iniciativa de Sanitas Mayores

Falta de memoria, desorientación o dificultad para llevar a cabo labores cotidianas, algunas de las señales de un alzhéimer precoz

Una detección precoz de la enfermedad permite ralentizar el deterioro cognitivo y mejorar la calidad de vida del paciente
El principal problema para diagnosticar la demencia es asociar la pérdida de capacidades al proceso natural de envejecimiento
La iniciativa Recordando Juntos, de Sanitas Mayores, pone el acento en el síntoma más característico de la enfermedad, la pérdida de memoria 

El 25% de las personas con alzhéimer no tienen diagnóstico, según el Informe Anual sobre el Alzheimer 2011 realizado por Alzheimer Disease International (ADI). En una dolencia en la que la detección temprana permite acceder a una mejor asistencia y apoyo este dato es fundamental. Por esto, Sanitas Mayores recuerda la importancia de, ante las primeras señales, consultar con un especialista que valore la situación, diagnostique al paciente y, en cada caso, aplique el  tratamiento adecuado a cada persona.

"El alzhéimer es una enfermedad degenerativa y no existe un tratamiento curativo para ella, aunque sí se puede lograr reducir su progresión y mejorar alguno de sus síntomas. Cuanto antes nos demos cuenta, antes podremos actuar", afirma el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores. "La pérdida de memoria es el síntoma más característico, pero  también otros como los cambios conductuales y emocionales, la pérdida de vocabulario o la incapacidad para realizar movimientos finos pueden indicar que una personas padece alzhéimer", puntualiza Curto.

Según la Alzheimer's Association, estas son las principales señales de advertencia del alzhéimer y otros tipos de demencia

  • Falta de memoria en cosas cotidianas: olvidar de forma repetida fechas o eventos importantes.
  • Desorientación espacio-temporal: pérdida de la noción espacial, como ignorar dónde se está o cómo llegar a un lugar conocido; o pérdida de la conciencia temporal, como el paso del tiempo o las fechas.
  • Dificultades en las tareas cotidianas: cuando es difícil llegar a un lugar conocido o realizar las tareas más sencillas del día a día. También el olfato puede verse resentido.
  • Dificultad para resolver problemas habituales: dificultades para, por ejemplo, organizar las cuentas del mes o seguir una receta de cocina ya conocida.
  • Problemas en la visión: en algunos casos, problemas a la hora de comprender imágenes visuales o tener dificultades para leer, determinar distancias espaciales o identificar colores o contrastes.
  • Problemas de habla: dificultades para seguir una conversación, pronunciar frases sin concluir o que se repiten varias veces en busca de las palabras correctas o el vocabulario apropiado.
  • Problemas para encontrar cosas: olvidar dónde se  han puesto las pertenencias o colocarlas en lugares distintos a los habituales.
  • Problemas para tomar decisiones: cambios de opinión o de juicio o decisiones extrañas. También hay una acusada pérdida en la iniciativa en las actividades sociales o proyectos.
  • Cambios de humor: enfados repentinos e injustificados, miedo y ansiedad, y otros cambios de humor rápidos pueden ser síntoma de alzhéimer.
  • Problemas en el aseo personal: olvido o descuido de la higiene mínima personal.

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Se trata de un síndrome mental orgánico que se caracteriza por un deterioro de la memoria a corto y largo plazo, asociado a trastornos del pensamiento abstracto, del juicio, de las funciones corticales superiores, con modificaciones de la personalidad.

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