La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más frecuente. Es una patología crónica y degenerativa y a día de hoy no hay un tratamiento curativo, pese a lo cual existe mucho trabajo por delante a realizar en estos pacientes. La Dra. Carmen Terrón, neuróloga especialista en demencias del Instituto Avanzado de Neurociencias de Madrid (www.ineamad.com) del Hospital Nuestra Señora del Rosario afirma que "el reto al que nos enfrentamos ahora los profesionales es al diagnóstico de pacientes jóvenes, los que llamamos preseniles, ya que son personas que se encuentran en plena vida laboral, tienen cargas familiares, etc. En resumen, son personas que de la noche a la mañana tienen que asumir decisiones y cambios vitales importantes".
En la actualidad, este tipo de pacientes de Alzheimer "jóvenes" (menores de 65 años), según un estudio realizado en España, podrían representar hasta el 10% del total, es decir, 120.000 de los 1.200.000 personas afectadas por este tipo de demencia.
No excluir a los pacientes
La Dra. Carmen Terrón explica que "no excluir a los pacientes de sus actividades habituales, incluso en el mundo laboral, puede ser de gran ayuda para ellos. Es importante mantener el delicado equilibrio entre las capacidades que permanecen y la posibilidad de desarrollarlas en balance con la supervisión o ayuda".
Desde la Confederación Española de Alzheimer consideran que un diagnóstico no define a una persona sino que solo define una nueva condición de una persona. Además, consideran también que se debe retrasar la tutela de los pacientes lo máximo posible e ir adaptando su vida (trabajo, responsabilidades familiares, etc.) a la evolución de la enfermedad. De ahí, que el lema de este año sea "Sigo siendo yo".
Síntomas de la enfermedad de Alzheimer
- Pérdida de memoria episódica: es el síntoma principal. Los pacientes comienzan con dificultades para aprender información nueva y olvidan rápido la información reciente que han sido capaces de aprender. La información más antigua la mantienen hasta fases avanzadas.
- Afectación del leguaje: las primeras manifestaciones vienen dadas por una dificultad para nominar los objetos. Es muy habitual el uso de palabras comodín como "cosa" o "eso" para suplir el déficit.
- Problemas de orientación espacial: se hacen mucho más evidentes al salir de su entorno habitual (el paciente podría incluso perderse).
- Síntomas conductuales: son extremadamente frecuentes. Nos encontramos la apatía, la depresión, la ansiedad y las ideas delirantes.
Consejos para prevenir la enfermedad de Alzheimer
La especialista en Alzheimer del Instituto de Neurociencias Avanzadas de Madrid afirma que "la edad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad. Sin embargo también existen otros factores relacionados: genéticos, baja escolaridad, etc. También cabe destacar otros que pueden ser modificables, como la presencia de riesgo vascular. Sin embargo, unos hábitos de vida saludable pueden ayudar a prevenir su aparición".- Dormir bien: mantener una rutina de sueño en la que se duerma en torno a entre siete y ocho horas.
- Deporte: lo recomendable es hacer cualquier actividad aeróbica unos 40 minutos por lo menos tres veces por semana.
- Estimulación mental: aquellas que ejerciten el cerebro al aprender algo y conlleven un razonamiento complejo, variado e interesante. Leer, escuchar la radio, aprender un idioma, tocar algún instrumento, ir a museos, hacer crucigramas, puzzles o la jardinería son ejemplos de actividades que entrenan el cerebro al tiempo que resultan amenas y conllevan interacción social, actividad física y mental.
- Alimentación: realizar una dieta variada. Reducir las grasas saturadas o grasas trans, moderando el consumo de carnes, lácteos y el aceite de palma o de coco. Optar por las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales integrales, así como alimentos ricos en vitamina E, por ejemplo nueces, semillas y verduras de hoja verde. También ingerir alimentos con aporte de vitamina B12.
- Control del riesgo vascular: la vigilancia de factores como el colesterol, la diabetes, la hipertensión, así como el abandono del tabaco, es fundamental, puesto que la presencia de ellos eleva casi al doble la posibilidad de desarrollar Alzheimer.