Un equipo de investigadores y médicos valencianos está desarrollando un kit de diagnóstico y pronóstico de shock séptico. El nuevo kit, denominado HistShock, tiene en tramitación la patente europea y permitirá reducir el impacto mortal de unos episodios que provocan más de 5.000.000 de muertes en el mundo cada año.
El proyecto es uno de los seleccionados por la Fundación para la Innovación y la Prospectiva en Salud en España, FIPSE, en el marco del programa de mentorización internacional desarrollado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) a través de su programa IDEA2 Global, que finalizará el próximo mes de diciembre.
La sepsis es una respuesta negativa del organismo a una infección prolongada en el tiempo que puede derivar en shock séptico, que entre el 30-50% de los casos, produce la muerte de los pacientes. Es un problema muy grave y multifactorial, de difícil diagnóstico, y especialmente grave en niños y ancianos.
El kit se basa en la detección de unas proteínas, histonas, que se liberan al torrente sanguíneo en el curso de un proceso inflamatorio provocado por una infección. Su concentración aumenta según progresa la sepsis y es muy elevada en caso de shock séptico.
El equipo ha desarrollado una técnica de medición de los niveles de histonas basada en la técnica analítica conocida como espectrometría de masas. El kit, que supondrá una reducción de costes respecto a las técnicas actuales, utiliza un patrón interno para medir estas histonas y se complementará con un software que traduce los resultados de la espectrometría a los parámetros que usan los clínicos. Su utilización permitirá ajustar con precisión los tipos de medicamentos y las dosis para tratar la infección de cada paciente y evitar el shock.
"Los clínicos necesitan herramientas de diagnóstico precoz y hay algunos ‘biomarcadores' que dan una pista de en qué punto está el proceso de sepsis", explica Carlos Romá-Mateo, uno de los miembros del equipo.
La idea del kit surgió a partir de otro trabajo de investigación del Grupo de la Universidad de Valencia encabezado por Federico Pallardó, que estudiaba el proceso oxidativo en el núcleo celular en determinadas enfermedades raras y la modificación de las histonas. El investigador José Luis García Giménez, principal investigador del proyecto, tras estudiar dichas modificaciones y comprobar que las histonas eran citotóxicas y podían liberarse en la sangre teniendo efectos negativos, pensó que podrían trabajar en esta dirección con la sepsis.
Mentorización del MIT
La participación, de la mano de FIPSE, en el programa de mentorización internacional, que durará hasta final de este año, está ayudando al equipo a asegurar la viabilidad comercial del proyecto. "Estamos trabajando con unos mentores expertos en temas clínicos y de transferencia tecnológica para dar una forma definitiva al proyecto. La idea es transferir la tecnología y convertirla en un servicio comercializable tras la patente. Mientras tanto, seguimos trabajando para validarla en una cohorte de pacientes mucho mayor", concluye Carlos Romá-Mateo.
El equipo de investigación está constituido por un equipo multidisciplinar de investigadores y clínicos pertenecientes a la Universitat de València, Fundación INCLIVA, CIBER de Enfermedades Raras, la Unidad de Medicina Intensiva del HCUV y la Universidad Europea de Valencia.