La contaminación y la exposición a tóxicos, entre otros factores ambientales, reducen la calidad del semen y son causa directa del aumento de la infertilidad masculina, según una revisión de estudios realizada por el Centro Internacional de Fertilidad ProcreaTec con motivo de la celebración del Día del Medio Ambiente este miércoles 5 de junio. "Una de cada ocho parejas tienen problemas para concebir un hijo de forma natural. Aunque las causas de la infertilidad son múltiples, en los últimos años los trabajos científicos apuntan a diferentes factores ambientales como la contaminación del aire o la exposición a sustancias tóxicas por su relación directa con la reducción de la calidad espermática", explica la doctora Alexandra Izquierdo, directora médico de ProcreaTec.
Así, una investigación publicada en Environment International relaciona la mala calidad del aire con el descenso de la natalidad en Estados Unidos. "Los autores de este estudio explican cómo la exposición pregestacional al efecto de las partículas en suspensión (PM2,5, por sus siglas en inglés) reduce la tasa de fertilidad. De hecho, una reducción media anual de 1,16 (1,15; 1,17) nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 44 años de edad fue atribuible a las PM 2,5. Este trabajo incide en la evidencia epidemiológica existente de los efectos de los contaminantes ambientales sobre la fertilidad, y amplía el alcance del impacto de la baja calidad del aire en la salud", recalca esta experta.
Otro estudio de la Universidad de Nottingham, publicado en Scientific Reports, relaciona el empeoramiento del semen con la exposición a ciertos químicos que se encuentran en el hogar como los ftalatos y los PCB. "Esta investigación demuestra que los productos químicos que se usan en los hogares y pueden estar presentes en la dieta, afectan la calidad del semen de hombres y perros domésticos. La exposición a estos productos aumentó la fragmentación del ADN y disminuyó la motilidad del esperma", comenta la doctora Izquierdo.
La calidad del esperma se ha reducido a la mitad en los últimos 40 años, según datos de Human Reproduction Update. "El descenso de la calidad del semen es multifactorial, pero en las últimas décadas ha experimentado una involución que hasta ha obligado a la OMS (Organización Mundial de la Salud) a establecer unos nuevos parámetros de fertilidad masculina a la baja en 2010", indica la directora médico de ProcreaTec. Además, esta especialista destaca que el esperma se ve afectado por factores ambientales desde que el bebé se está gestando en el útero materno. "Estamos expuestos a tóxicos desde antes de nacer y ésa puede ser una de las causas del aumento de los niños con criptorquidia (testículos no descendidos), una condición que provoca infertilidad masculina", precisa la doctora Izquierdo.
FIV y factor masculino
El factor masculino es el causante de hasta el 35% de los casos de esterilidad primaria y forma parte de otro 30% de los casos de esterilidad de origen mixto (masculino y femenino asociados). Pero el continuo declive del semen ha motivado un aumento de los ciclos de fecundación in vitro (FIV) por la infertilidad del hombre. "Desde que hace 40 años naciera la primera niña en el mundo por FIV, hemos visto una evolución de los pacientes que se someten a esta técnica de reproducción asistida, una de las más complejas", dice la doctora Izquierdo. "Los primeros años era una técnica destinada a mujeres con obstrucción de trompas de Falopio, pero cada vez más se recomienda a hombres con un bajo recuento espermático. Y en muchos casos es imprescindible hacer una FIV-ICSI (fecundación in vitro con microinyección espermática) para asegurarnos la fecundación del óvulo por encontrarnos en el laboratorio con muestras de semen muy alteradas", apunta esta ginecóloga.
Además, una de cada cinco parejas infértiles necesita semen de donante, según datos de ProcreaTec, que ha realizado una revisión histórica de sus pacientes masculinos. "de acuerdo a nuestros registros, en 2012 el 14% de las parejas que hicieron un tratamiento de fertilidad en nuestra clínica, necesitó semen de donante. Y tan solo cinco años después (2017) ese porcentaje aumentó hasta el 19%. Hemos visto una tendencia ascendente", finaliza la doctora Izquierdo