La COVID-19 podría provocar la fragmentación del ADN de los espermatozoides. Esta fragmentación, que tiene diferentes orígenes, puede provocar anomalías cromosómicas en embriones, fetos y descendencia, según un estudio publicado recientemente por el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza Tesarik, directores de la clínica MARGen de Granada, en la revista británica European Medical Journal.
El coronavirus no entra en los espermatozoides maduros. Sin embargo, puede infectar otros tipos de células del testículo, importantes para el desarrollo y la maduración de los espermatozoides. En caso de la infección de células testiculares, el aumento de la fragmentación del ADN de los espermatozoides es un consecuencia muy creíble, según un artículo reciente publicado en la revista The European Journal of Contraception & Reproductive Health Care.
Fragmentación del ADN
Estas conclusiones están respaldadas por una metanálisis de los resultados publicados en 43 estudios independientes, que contemplan un total de 6.771 tentativas de fecundación in vitro (FIV) y 17.879 embriones transferidos, publicada por un grupo de investigadores chinos en la revista Andrologia. En la mayoría de ellos se concluye que la fragmentación del ADN de los espermatozoides tiene un efecto negativo sobre la tasa de nacimiento, disminuyendo la probabilidad de implantación de los embriones y aumentando la frecuencia de abortos espontáneos. Se ha demostrado así que los espermatozoides pueden ser responsables, o corresponsables, de estos problemas que hasta no hace mucho se achacaban a los óvulos.
Infertilidad masculina
La prevalencia de la infertilidad causada por la fragmentación del ADN espermático se sitúa entre 10-20%. Si se tiene en cuenta que, en el 50% de los casos de infertilidad en la pareja, el origen está en el hombre, esta fragmentación resulta muy relevante. El artículo publicado recientemente por el doctor Tesarik y su colaboradora Maribel Galán Lázaro en la revista Translational Andrology and Urology sugiere un algoritmo de diferentes tipos de tratamientos, tanto in vivo como in vitro, según la situación personal e individual de cada pareja y su historia clínica.
Para prevenir este riesgo, los doctores recomiendan la evaluación del grado de fragmentación del ADN de los espermatozoides en todos hombres en edad reproductiva y la congelación de los espermatozoides en casos positivos, antes de que la integridad de los espermatozoides se degrade aún más. "La fragmentación del ADN de los espermatozoides es un gran enemigo de la fertilidad, y hay que hacer todo lo posible para prevenirla, y cuando ya se ha producido, tratarla de una manera la más eficiente posible".