La hipertensión arterial es la causa y el motivo de complicación de otros trastornos, como la enfermedad renal crónica. De hecho, en cuatro de cada diez casos registrados en España, la hipertensión arterial complica la evolución de la patología renal.
En la actualidad, se estima que en España hay unas 50.000 personas afectadas con insuficiencia renal que requiere tratamiento sustitutivo renal. La detección precoz juega un papel clave. En este sentido, un diagnóstico temprano optimizaría no solo las posibilidades de tratamiento, sino que permitiría retrasar la progresión y potencialmente disminuir la morbimortalidad.
La enfermedad renal crónica es un término amplio que engloba un conjunto de patologías heterogéneas que afectan la estructura y la función renal. En los últimos años, como consecuencia de los cambios en el estilo de vida de los españoles, los expertos han apreciado un ligero ascenso en la prevalencia de esta patología.
Según ha afirmado el Dr. Alberto Martínez-Castelao, experto de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), "el sedentarismo y el abandono de la dieta mediterránea tienen que ver mucho con esta situación, ya que estos hábitos favorecen la aparición de hipertensión arterial, diabetes y obesidad, pero no son los únicos factores implicados. Aunque en menor medida, también han contribuido a ello el envejecimiento progresivo de la población y el diagnóstico precoz de la misma".
Con el objetivo de mejorar la atención de estos pacientes, la Sociedad Española de Hipertensión - Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) ha contribuido a la elaboración de un documento de consenso sobre el manejo de la enfermedad renal crónica, patología que afecta a más del 10% de la población española.