La implicación de la pareja y la vacunación de los niños, fundamentales para prevenir el VPH, principal causa del cáncer de cuello de útero

El 26 de marzo se celebra el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Útero

La Dra. Carmen Pingarrón, Jefa de Equipo de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José, señala que el cáncer de cuello de útero, también conocido como cáncer de cérvix, se genera por el crecimiento de células cancerosas en la zona del cuello del útero, provocadas, en su gran mayoría, por el virus del papiloma humano (VPH) y en concreto por los genotipos 16 y 18, y los restantes de alto riesgo, causantes de la gran mayoría de lesiones cervicales invasivas.

La infección por VPH suele cursar de forma asintomática en sus inicios, por lo que es importante hacer controles periódicos para su detección. Sin embargo, cuando avanza hasta llegar al estado de cáncer de cuello de útero, aparecen síntomas como leucorrea (aumento excesivo del flujo vaginal, metrorragias anormales, fuera del periodo menstrual, y dolor abdominal y pélvico. Muy importante la aparición de sangrados en mujeres postmenopaúsicas.

Algunos de los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar este tipo de cáncer son la edad temprana en el inicio de las relaciones sexuales, el número de parejas sexuales, la multiparidad, el tabaquismo, enfermedades de transmisión sexual, factores genéticos, factores inmunosupresores, etc.

Históricamente, la incidencia del cáncer de cérvix ha ido disminuyendo gracias a dos importantes factores: el primero se debe a los programas de screening, o cribado, organizado y oportunista y el segundo por la implementación de los programas de vacunación profiláctica o preventiva desde el año 2008 en España.

Con respecto al screening, clásicamente se venía realizando con la citología cervicovaginal, cuya sensibilidad es muy baja, siendo capaz de realizar el diagnóstico de lesiones cervicales sólo en el 50% de los casos aproximadamente. Sin embargo, gracias a la incorporación de la genética surgieron los test de detección directa del virus del VPH que, según el análisis del ADN del mismo nos informa del genotipo de virus al que nos enfrentamos, si es de alto o bajo riesgo y, además, gracias al estudio del ARNm, nos informarán del riesgo que tiene dicho virus de llegar a producir lesiones de alto grado, que son precursoras del cáncer de cérvix.

Los diferentes modelos de organización sugieren que la alta cobertura vacunal de una población, combinada con un screening adecuado, podrían conseguir la eliminación del cáncer de cérvix para finales de este siglo, incluso en los países más desfavorecidos. Para ello, el reto será la implementación tanto del screening como de la vacunación.

Además, es importante incidir en la información a la población acerca de la importancia de las prácticas sexuales y el uso del preservativo, así como de la implicación de sus parejas, ya que la infección por VPH afecta a los 2 miembros de la pareja, y ambos deben concienciarse de que las medidas para ayudar a su eliminación deben tomarlas en conjunto. Como hemos hablado en otras ocasiones, el cambio en el panorama de los cánceres VPH dependientes hace que sean los varones los que se vean cada vez más afectados de cáncer orofaríngeo.

En España, durante los 14 años que lleva implementada la vacunación profiláctica, hemos conseguido una tasa aceptable en la vacunación de las cohortes de niñas de 12 años que ronda de media el 80%. Sin embargo, seguimos sin vacunar a los niños, a pesar de las recomendaciones de la OMS, y la tasa de vacunación en el resto de la población expuesta al contacto con el virus no ha seguido el incremento esperado. "Por ello debemos continuar informando de los beneficios vacunales para vencer este cáncer que, por otra parte, a día de hoy, es el único para el cual disponemos de una vacuna. Este es el reto que debemos proponernos en un día como el de hoy y continuarlo en el día a día de nuestras consultas", concluye la doctora.

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