Cada año se registran en España 16.000 casos de parejas que quieren ser padres y no pueden. Entre las causas de infertilidad, los expertos destacan el retardo de la edad para ser padres por encima de los 35 años y los hábitos poco saludables, como el tabaco, el alcohol, el estrés o la mala alimentación. Esta última suele estar relacionada con la obesidad, importante factor de riesgo para la fertilidad, según demuestran múltiples estudios.
En este sentido, según señalan los autores de un estudio realizado en la Universidad de Oregón (Estados Unidos), los síndromes metabólicos causados por el sobrepeso pueden afectar a la calidad reproductiva. Por otro lado, otra reciente investigación desarrollada por un grupo de especialistas en la materia de la Universidad de Aberdeen (Escocia) apunta que la obesidad masculina genera una menor producción de semen.
Estas investigaciones ponen de manifiesto la relación existente entre obesidad e infertilidad. Esta vinculación en las mujeres se manifiesta a través de largos intervalos entre los períodos menstruales y el exceso de ciertas hormonas que inhiben la ovulación. Así, entre el 4 y el 5% de las mujeres en edad reproductiva tienen síndrome de ovario poliquístico, una causa común de infertilidad femenina, que se vincula con la obesidad. En los hombres, el exceso de peso puede llevar aparejados problemas en los vasos sanguíneos, que derivan con cierta frecuencia en impotencia.
En este marco, el Instituto de Obesidad ha querido recordar que en el 85% de los casos, según los datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad en personas mayores de 25 años es un problema de hábitos y sedentarismo. Es decir, las parejas aumentan las probabilidades de no poder concebir por culpa de hábitos que pueden ser manejados y corregidos a tiempo.