Con el aumento de la temperatura y la alternancia entre los días cálidos y lluviosos, los niveles de polen se disparan, pero también pueden producirse enfriamientos que fácilmente pueden confundirse con alergia al polen. El exceso de mucosidad, obstrucción nasal, picor de ojos, rinorrea acuosa o estornudos continuos son síntomas comunes a la alergia al polen, los catarros y la gripe. Esto hace que en ocasiones el paciente no distinga bien a qué se debe su sintomatología por lo que, antes de medicarse, el especialista debe realizar las pruebas correspondientes para determinar su causa. Como explica el doctor Gabriel Sosa, Jefe de Servicio de Alergia en el Hospital La Zarzuela, "este tipo de situaciones, en las que el paciente presenta una sintomatología poco específica pero que le provoca malestar, aumenta sensiblemente en estos días las consultas médicas en atención primaria y en las consultas de alergología, donde se diagnostica de forma clara si el proceso está relacionado con algún tipo de alergia".
Mayo y junio son los meses en los que se producen los mayores picos de polen de distintas especies. Destacan como especialmente alergénicas las gramíneas, que han experimentado un incremento considerable los últimos días, los olivos y el plátano, árbol presente en muchas ciudades por su carácter ornamental. "Si al aumento de los niveles de polen, propios de la estación, sumamos las importantes diferencias de temperaturas que hemos experimentado estos días, muchos pacientes estornudan y se encuentran mal pero sin estar seguros de si se debe a un proceso catarral o alérgico. Si ambos procesos se dan de forma conjunta los síntomas pueden empeorar de forma severa y es fundamental acudir al especialista para evitar complicaciones respiratorias, especialmente en el caso de niños que padezcan asma", asegura el doctor Sosa.
Para tratar adecuadamente estos procesos y evitar complicaciones "es recomendable que los pacientes alérgicos acudan a su alergólogo para un seguimiento adecuado y para que les paute la medicación que mejor les ayude a combatir los síntomas de cada primavera" afirma la doctora Gema García Sánchez, jefe del Servicio de Aerología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. Si se presentan síntomas como obstrucción nasal, rinorrea o afectación ocular con enrojecimiento, se recomienda acudir al médico para someterse a unas pruebas cutáneas para descartar una posible alergia. Asimismo, existen algunas pautas para poder identificar los síntomas que corresponden a cada enfermedad:
- El elemento diferencial principal es la fiebre. La alergia respiratoria no cursa con fiebre ni febrícula, mientras que en el caso de catarros y la gripe sí puede aumentar la temperatura corporal.
- Los síntomas alérgenos presentan picor en el paladar, oídos y ojos con relativa intensidad, mientras que es menos común que se produzcan en catarros o gripes.
- Si se producen más de 6 ó 7 estornudos prolongados es más probable que se deba a la alergia, mientras que de 2 a 3 son más propios de los catarros.
- La alergia al polen se repite todos los años por las mismas fechas, mientras que los catarros no tienen por qué producirse en la misma época.
- El tiempo de duración es diferente, ya que la alergia se prolonga mientras el polen que causa la alergia esté en el aire. En el caso de los procesos catarrales suelen durar sólo unos días.
- Tanto el catarro, la gripe, como la alergia pueden provocar la aparición de asma, pero es mucho más probable en la alergia.