Según han destacado los expertos en el simposio internacional Los retos de la imagen cardiaca del siglo XXI, organizado por la Fundación Ramón Arecesa, la rápida evolución de las técnicas de imagen cardiaca y de su aplicabilidad en la práctica clínica, está posicionando como un elemento básico en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.
La resonancia magnética cardiaca tiene la ventaja de no utilizar radiación ionizante
Esta reunión científica cuenta con la acreditación de de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Asociación Española de Imagen Cardiaca (AEIC) y la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM).
Según ha destacado el Dr. Miguel Ángel García-Fernández, del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, "las enfermedades cardiovasculares siguen posicionándose como la primera causa de mortalidad en nuestro país. La posibilidad de obtener un diagnóstico más preciso, y especialmente no invasivo, como es el empleo de técnicas de imagen cardiaca, ha hecho que esta especialidad crezca de forma exponencial en los últimos años".
Entre los principales avances que se han obtenido los últimos años, los expertos han destacado tres: el ecocardiograma, la resonancia magnética y el TAC multicorte. El ecocardiograma ofrece, de forma rápida, eficaz y no invasiva, una imagen en movimiento del corazón gracias al ultrasonido, lo que permite obtener información exacta sobre su forma, tamaño, función, fuerza, movimiento y grosor de sus paredes y el funcionamiento de sus válvulas.
La resonancia magnética cardiaca tiene la ventaja, al igual que los ultrasonidos, de no utilizar radiación ionizante. Su aportación básica a la cardiología es la detección de zonas de infarto y viabilidad miocárdica.
Finalmente, la tomografía axial computarizada (TAC) multicorte de baja radiación es una nueva técnica que permite diagnosticar precozmente la enfermedad coronaria, evitando hasta un 25% de los estudios coroniográficos que se hacen en la actualidad.