El Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, celebró recientemente su III Jornada de cuidados paliativos bajo el título "La comunicación eficaz con la persona gravemente enferma y su familia". Dirigido por la psicooncóloga reconocida a nivel internacional María Die Trill y organizado por el equipo de soporte hospitalario del Infanta Elena, este curso estuvo dirigido exclusivamente a médicos en un espacio libre de juicios donde poder dar forma a sus experiencias.
En el evento se trataron los diferentes aspectos de la comunicación del profesional sanitario, tanto con el paciente como con su familia. En ese sentido, tal y como indica Javier Monsalvo Saornil, psicólogo en la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital por la Obra Social de La Caixa, "lo más importante es tener la capacidad de mantener una serie de actitudes que faciliten una relación de ayuda". "Hay que tomar una posición de respeto continuo frente al sufrimiento ajeno, mostrar de una forma lo más auténtica y empática posible que comprendes la experiencia de sufrimiento de la otra persona", dice, asegurando que solo a base de generar esa relación, el profesional puede estar centrado en el paciente y sus necesidades.
Para garantizar que las malas noticias tengan una acogida integral, María Die Trill abordó durante el curso diferentes técnicas. Entre ellas, el programa SPIKES, que se caracteriza por "la búsqueda de un contexto con más intimidad, la preparación de la información para asegurarse de que la persona la puede comprender y por dejar espacio a las preguntas", señaló. También se trató el counselling, basado en la posición que toma el profesional médico frente a la experiencia de la otra persona y en su capacidad de explorar el sufrimiento. En definitiva, asegura Monsalvo, "el médico debe pensar en qué necesita como persona para adaptarse a la situación y poder mejorarla".
Estas técnicas también se emplean con las familias de los pacientes, que forman parte del proceso de la patología. "La familia también se ve afectada por la enfermedad; no del mismo modo, porque el aspecto físico solo afecta al paciente, pero sí se dan una serie de cambios en las dinámicas familiares y se establecen nuevas formas de relación", señala el psicólogo del hospital. Y es que la comunicación con la familia y la comprensión de su nivel de sufrimiento y de adaptación es otra forma de cuidar al paciente.
La importancia del trabajo personal del médico
En el proceso de diagnóstico y asimilación de una enfermedad, el profesional médico debe trabajar de forma personal para, en primer lugar, comprender lo que está sintiendo el paciente y, en segundo, evitar el desgaste profesional. En este sentido, resultan fundamentales los nuevos programas de comunicación eficaz basados en la corriente humanista-existencial, también conocida como terapia centrada en la persona. Desde la empatía, se considera al ser humano como un ser único y con capacidad creativa, con libertad en la toma de decisiones.
Cada persona tiene su propio ritmo de asimilación y adaptación y, por tanto, un mecanismo propio de manejo de la nueva situación y de la información (negación, ansiedad, depresión, hostilidad, silencio, retracción, etc.). Para comunicarse con el paciente, Monsalvo recomienda conocer su nivel de comprensión de la situación y las sintomatologías que presenta para acompañarle al ritmo de sus necesidades: "El personal sanitario tiene la capacidad de anticiparse a lo que va a ocurrir. Lo más difícil es igualar el ritmo para que se produzca el acompañamiento. No se debe ir por delante del paciente ni quedarnos atrasados en sus necesidades".
Conscientes de este trabajo personal en el profesional médico, desde el equipo de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Infanta Elena se viene trabajando como soporte para los profesionales de áreas como Geriatría, Hematología, Nefrología, Neurología o Medicina Interna. Además, se mantienen de forma periódica reuniones multidisciplinares con Oncología, una de las áreas con mayor necesidad de apoyo en el manejo eficaz de la comunicación, y las de Psicología y Enfermería dan soporte a los cuidadores a domicilio del centro para perfeccionar sus habilidades comunicativas con los pacientes.